El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...

No hay la menor duda de que una opinión favorable de los clientes o consumidores es de mucho valor y de gran importancia corporativa para determinada marca.
Los consumidores satisfechos se encargarán de promover gratuitamente el servicio o producto adquirido entre sus conocidos. Mientras que aquellos insatisfechos mostrarán abiertamente sus disgustos y las consecuencias podrán ser negativas para la marca, empresa distribuidora o prestadora de un servicio.
Igualmente, para todas las instituciones estatales, obtener una opinión favorable de sus usuarios redunda en beneficios. Aunque en ocasiones estos testimonios son poco conocidos, porque son reservados por los protagonistas y divulgados esporádicamente.
Sin embargo, las políticas generales de atención se centran en el principal objetivo, de responder oportunamente a las necesidades de los clientes y de ofrecer un óptimo servicio, con un alto grado de responsabilidad.
Por ejemplo, en algunas entidades gubernamentales se han dado casos de usuarios que han expresado públicamente su satisfacción por los servicios brindados y de agradecimiento por la labor desarrollada por determinado funcionario. Así como de otros que expresan abiertamente inconformidades por las demoras en los procesos, principalmente aquellos casos que requieren de una pronta solución.
Es importante resaltar que no importa si el cliente tenga o no la razón, siempre hay que atenderlo de la mejor manera posible, a los que acudan personalmente, como aquellos que utilicen los demás servicios en línea, redes sociales o telefónicamente. En este aspecto, es importante destacar que la disponibilidad, la rapidez y la personalización de las interacciones son las claves del éxito en la atención.
Esta labor no solo es responsabilidad del que atiende directamente una queja, sino también de aquellos empleados con quienes el cliente tiene contacto, desde un seguridad, secretaria o recepcionista, el encargado de la atención, vendedores, en fin, todo aquel que tenga contacto con la persona que expone determinado caso.
Es comprobado que las mejores empresas son aquellas que priorizan, dentro de sus políticas, la atención al cliente. Una buena atención no solo se traduce en la satisfacción del consumidor o usuario, sino que también contribuye al éxito y crecimiento de la empresa.
Al enfocarse en las necesidades y deseos del cliente, las empresas pueden construir relaciones sólidas, fomentar la lealtad y generar recomendaciones positivas, lo que a su vez impulsa las ventas y la reputación de la marca.
En muchas ocasiones, la falta de respuestas o lentitud de una empresa o una entidad gubernamental hacia las solicitudes de orientación o de atención de alguna queja en relación con un producto o servicio es traducida como un marcado desinterés de atención. No vale la pena que se tengan espacios en todas las redes sociales, si no hay un trato humanitario y personal hacia los clientes, consumidores o usuarios.
Por ejemplo, se observan mensajes en X e Instagram de personas que se quejan por una mala experiencia o la falta de respuesta al hacer una llamada a los teléfonos habilitados para tal fin, y aún así no reciben ni la famosa frase “por favor envíenos su caso por DM”, o un báner donde se muestre la correspondiente orientación.
Cada día hay que atender de la mejor manera posible a todos, sin excepción; una acción esmerada puede marcar la diferencia y, tarde o temprano, será reconocida. Cabe recordar que una empresa o negocio sin clientes no existe.