‘A la Patria no se le ponen condiciones’

Uno de mis grandes esfuerzos ha sido siempre despertar en los niños y jóvenes con los que he tenido algún contacto ese civismo que en mis años de niña y joven me inculcaron mis padres, maestros y profesores y con el que me regí y sigo rigiendo, buscando aportar lo mejor de mí para nuestro país.

Eran otros tiempos, dirán, y es cierto, eran otros tiempos, en que no teníamos tanto acceso a tanta información, pero sí la buscábamos y nuestros mayores procuraban sembrar en nosotros ese amor y compromiso con lo nuestro... Sí, eran otros tiempos, pero no era otro país. Es el mismo en el que nací, crecí, me hice joven, adulta, profesional y, hoy rodeada de mi familia y amigos, envejezco feliz. He visto varias generaciones y muchos cambios, muchos no los mejores, pero hay esperanzas, de eso estoy segura.

El país de hoy es el mismo país de ayer que necesita del amor y compromiso de todos sus hijos, que necesita que nos pongamos un solo propósito: llevarlo por el mejor camino, el de la vida en paz, en armonía, en justicia, en libertad... EN DEMOCRACIA. Que quizás no es un sistema perfecto, como nada de lo que es humano. Pero nuestro compromiso, nuestro deber, como hijos de Dios, a cuya imagen y semejanza estamos hechos, es buscar siempre esa perfección y procurar que la justicia reine entre nosotros, por encima de los intereses particulares.

Hoy es un día sumamente importante para todos los que vivimos entre estas fronteras. Debemos comprenderlo, entenderlo así. Nada hacemos con quedarnos sentados esperando que otros sean los que resuelvan todo. No importa cuál sea su afecto político. Piense en Panamá, piense en su familia, en usted mismo, en lo que quiere para sus hijos e hijas, nietos, sobrinos; hasta para ese vecinito que apenas aprende a caminar, al que su decisión de hoy le influirá definitivamente en su futuro. Salgamos de la comodidad egoísta y expresemos nuestra voluntad.

Démosle a este país la oportunidad de que el bien se esparza sobre él. Actuemos con responsabilidad, amor a la Patria y a nuestras familias. Recuerden que después no valen las quejas ni siquiera tendremos derecho a ellas.

EDUCADORA (R)