Una lucha incansable

‘Fuerza, determinación y voluntad para imponer la independencia y la soberanía '. Con este grito a todo pulmón, propio de un pueblo que lucha incansablemente por el derecho genuino a su libertad y autodeterminación, es que el hermano pueblo de la República Árabe Saharaui Democrática se prepara para una serie de actividades conmemorativas a los 40 años de la cruenta invasión militar marroquí al Sahara Occidental, dando inicio a la gesta heroica de resistencia del pueblo saharaui bajo el liderazgo del Frente Polisario contra el colonialismo y la ocupación extranjera de la cual son objeto.

Hace pocos días en la ciudad de Madrid, durante la realización de la ‘40 EUCOCO ', les manifestaba a los hermanos saharauis, ante más de 35 delegaciones de Estados, Gobiernos, Gobiernos Locales, Asambleas Legislativas Nacionales (Argelia, Sudáfrica, Austria, Alemania, Argentina, Panamá, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Francia, Reino Unido, Hungría, Italia, Líbano, Mauritania, Mozambique, Nigeria, Noruega, Portugal, Suiza, Suecia, EE.UU., Eslovenia, Egipto y Kurdistán), Organizaciones No Gubernamentales (Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Red Euromediterránea de DDHH, etc.), y dije que nosotros los panameños entendíamos esa realidad, que entendíamos lo difíciles que son los procesos independentistas, lo complicado de los procesos de separación y entendíamos perfectamente lo aún más complejo que es un proceso de descolonización, ya que Panamá había vivido esas tres etapas; y por esas razones fue que nuestro país, bajo liderazgo del general Omar Torrijos Herrera en el año 1977, se convirtió en el primer país latinoamericano en reconocer al Gobierno y pueblo de la República Árabe Saharaui Democrática y entabló inmediatamente las relaciones diplomáticas con la RASD.

40 años después la lucha continua, pero por desgracia la administración gubernamental anterior que entre tantos desaciertos y bochornos internacionales, que entre tantos errores y desatinos políticos y diplomáticos, rompió las relaciones diplomáticas históricas que Panamá tenía con el pueblo saharaui, una acción imperdonable, dada la posición histórica que nuestro país ha mantenido con todos los pueblos del mundo y desconociendo un principio diplomático fundamental que indica que después de haberse reconocido a un Estado como libre e independiente, esta condición no se puede revocar, y sin ningún motivo rompe las relaciones diplomáticas.

El PRD, a través de nuestra Secretaría de Relaciones Internacionales, mantiene los vínculos y realiza ingentes esfuerzos por renovar permanentemente nuestros compromisos. Pero apelamos a que el Gobierno nacional, a través de nuestra Cancillería, realice todos los esfuerzos necesarios para que nuestro país se reivindique con este compromiso histórico con el hermano pueblo de la República Árabe Saharaui Democrática y reanude las relaciones diplomáticas que desafortunadamente el Gobierno anterior suspendió.

La lucha ejemplar y pacífica que el pueblo saharaui ha llevado a cabo durante 40 años debe llegar a su fin, y nuestro país una vez más debe hacer gala de sus mejores dotes diplomáticas para contribuir a esta noble aspiración.

En lo que a mí respecta, continuaré desde nuestra trinchera diciendo ‘No al colonialismo, no a la opresión infame ', y seguiré velando por la independencia justa y merecida del pueblo saharaui en su afán de buscar su autodeterminación y su libertad, seguiré abogando por esta noble causa con una actitud firme e inquebrantable, la cual es el legado internacionalista y solidario que heredé de la doctrina de nuestro general Torrijos.

EXDIPUTADO Y EXPRESIDENTE DEL PARLACEN.