• 06/02/2015 01:01

A la luz de la Luna, al estilo de Mata Oscura

Cari para sus 15 años no quiere una gran fiesta ni ir a Disney. Le ha pedido a su papá que la inscriba en el Congreso Mundial de Tortugas

Cari tiene 14 años, para sus 15 años no quiere una gran fiesta ni ir a Disney. Le ha pedido a su papá que la inscriba en el Congreso Mundial de Tortugas de 2016. ‘Así será’, dice el papá emocionado, mientras abre la oficina. A cinco horas de Panamá por la vía a Atalaya, la Asociación Agropecuaria de Pesca y Ecoturismo de Quebro y el Centro de Anidación de Tortugas Marinas de la Fundación Agua y Tierra de la Playa Mata Oscura en Veraguas reciben a los visitantes.

En cuatro kilómetros de playa se ponen a prueba los millones de dólares de la gestión ambiental que no llegan por estos sitios, pero que no han hecho falta para que la gente se movilice y demuestre que la protección de sus recursos naturales es vital. Los camiones de extracción de arena en plena playa, con permiso de la Alcaldía, no han ahuyentado ni a las tortugas ni a la gente. El manglar y la tortuga han traído nueva esperanza a la noche oscura de Mata Oscura.

En 30 minutos, mientras avanzamos por el sendero que se adentra en el manglar, entendemos fácilmente por qué no se deben arrasar los manglares para construir edificios. El manglar, que es un tipo de humedal, aporta beneficios concretos: 1) la temperatura disminuye al instante, del Sol picante del potrero se pasa al fresco en la sombra del bosque de mangle; 2) al estar entre el potrero y la playa, el manglar ayuda a evitar el proceso de salinización que afectaría a la ganadería y a la vez evita que la erosión por los suelos mal manejados llegue a la playa cubriéndola de sedimento; 3) el manglar sirve de guardería para organismos como cangrejos, peces y camarones que sustentan la pesca comercial; 5) además de ser una barrera para proteger a la costa del impacto de huracanes y tormentas, el manglar almacena dióxido de carbono. Incluso por debajo de la línea de agua, los manglares son aún más eficaces, pues acumulan cinco veces más carbono que en la misma superficie.

Cuando oscurece en Mata Oscura llega la hora de las tortugas. En esta comunidad el principal problema de las tortugas y sus huevos no es la gente, son los perros. El Centro de anidación, con su pandilla de voluntarios estudiantes de Biología, se asegura de que los perros no se coman los huevos que ponen las tortugas. En patrullajes nocturnos, los voluntarios del Centro marcan a las tortugas que llegan a la playa a ‘anidar’, las miden y ponen los huevos a salvo en un vivero. En unos 50 días un montón de tortuguitas serán liberadas. En Mata Oscura ser ‘huevero’ da vergüenza y cada vez más gente quiere participar en la protección de las tortugas. Lo que no hay es plata suficiente para avanzar más. Para recoger fondos, el Centro organiza una tarde de película; la escuela se vuelve sala de cine y por 50 centavos se suda a cántaros mientras se disfruta la película. Esta vez se recogieron 55 dólares que servirán para el acueducto local.

Mientras en Panamá se celebra la Ley de los Humedales de Bahía de Panamá, en Mata Oscura se organiza la próxima actividad. Sería bueno mejorar la casa de los voluntarios para que quepan doce en vez de seis y hacer varios turnos de patrullaje; sería bueno tener termómetros para empezar a medir temperatura (el sexo de las tortugas se define por la temperatura de la arena donde se anide); sería bueno tener unos radios o un teléfono satelital para alertar cuando los barcos camaroneros interceptan a las tortugas con sus redes antes de que lleguen a la playa a anidar. Sería bueno que el proyecto saliera del anonimato y que más gente apoye este trabajo, dice Jacinto Rodríguez, presidente de la Fundación, mientras en la oscuridad verifica con su luz roja si la placa de la tortuga verde que llegó hoy es la número 13 o la 18.

Anochece en Mata Oscura; a la luz de la Luna, Jacinto, Cari y la pandilla de voluntarios se alistan otra vez para salir a patrullar la playa. La gente con sus proyectos de gestión ambiental está a la espera de encontrarse con las políticas públicas y los programas de cooperación para demostrar que generar ingresos protegiendo la playa y las tortugas es una mejor opción de vida que extraer la arena, trabajar en la mina o migrar a la ciudad.

ABOGADA, ESPECIALISTA EN AMBIENTE Y DESARROLLO.

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