Trump y Martinelli, aves de mal agüero

Hemos escuchado detenidamente los debates de primarias de candidatos a la Presidencia de EE.UU.

A la fecha destacan Hillary Clinton y Donald Trump, ambos con extensa vida pública, la primera en política y el segundo en el mundo de los negocios. En el discurso de Trump encontramos la actitud y arrogancia que vivimos en la campaña de Ricardo Martinelli, hoy en fuga de la justicia. Solo que Trump le gana por mucho en prepotencia, insolencia, desdén, y riquezas; es decir, el alumno superó al maestro. He aquí prueba de que la ‘política ' es excelente negocio para los que tienen riquezas y pueden darse el lujo de ‘invertir ' en ella... Para los pobres y necesitados es un sacrificio enorme, por ser los privados de respuestas sociales, y además cargar con pago de impuestos que políticos millonarios exigen, para luego malversarlos. En política exterior Trump es xenofóbico de primer orden. Sus ataques a México en particular, y a todos los latinos por extensión, han generado importantes y violentas reacciones de rechazo por parte de la comunidad latina en Estados Unidos.

Claro está que entendemos que si los gobernantes de nuestros países administraran con visión social y no en beneficio exclusivo de sus intereses económicos, estos ciudadanos no tendrían que emigrar en busca de mejor vida con puestos de trabajo, educación y salud, aun a costa del escarnio y discriminación al mejor estilo del Donald Trump. Lo terrible de la campaña de odio y venganza de este mal llamado político, es el respaldo que recibe de una mayoría de ciudadanos del partido Republicano.

Algo anda mal en la sociedad norteamericana cuando prevalece y se promueve la agresividad, la provocación, y el odio, por encima de acciones de justicia social, respeto a la mujer, al inmigrante, a las leyes, y más aún a sus vecinos de frontera. Trump envía mensaje equivocado a sus seguidores y al mundo que contempla perplejo sus absurdos pronunciamientos retrógrados, que nos conducen a épocas del ‘Big Stick ' (‘garrote grande ') que promulgaba Theodore Roosevelt, copiado de colonizadores de África que manifestaban: ‘Habla suave, con garrote en mano, y verás que llegas lejos '. Y más grave aún sospechamos su deseo —de Trump— de implantar nuevamente la Doctrina Monroe, impuesta por James Monroe en diciembre de 1893, de nefasta recordación, e invocada simbólicamente en 1962, cuando la crisis de los misiles rusos en Cuba. Muchos gobernantes de la época fueron complacientes con esta abusiva doctrina Monroe, y en ocasiones solicitaron su aplicación para ‘descalificar ' opositores políticos, señalándolos como peligro para la ‘democracia ' de esa época, por comunistas.

Los republicanos más antiguos perciben a Trump como amenaza para la existencia del partido, y perciben la posibilidad de perder las próximas elecciones del 8 de noviembre, por reiteradas y radicales posiciones de Trump en temas de relaciones exteriores contra México y Latinoamérica en general, de género contra la mujer, de raza contra los musulmanes y negros, de religión con los hebreos (favoreciéndolos sobre Palestina/Jerusalén), condenando a países árabes. Ha hecho tal revoltillo de varios temas que enervan a los líderes republicanos, quienes unen fuerzas para detenerlo, pero ya es muy tarde... Todo indica que será elegido como candidato a la Presidencia en las primarias del próximo junio. Jimmy Carter manifiesta su conformidad con Trump, señalando que ‘Lo prefiero porque no tiene una posición fija y determinada sobre ninguno de los temas a los que se ha referido durante su campaña de las primarias, por lo tanto es maleable y moldeable; a diferencia de Ted Cruz que tiene posiciones determinadas y fijas sobre muchos temas durante su carrera política, lo que indica que si llegase a la Presidencia no cambiará '.

Vemos gran similitud entre Martinelli y Trump... No en la parte de corrupción y desgreño administrativo, pero sí en lo arrogante, prepotente, conflictivo... Martinelli arremetió con mazo en mano contra las instituciones a su alcance; Trump arremeterá con misiles nucleares en mano, contra el mundo.

Así lo percibo, así lo escribo.

CIUDADANO JUBILADO.