• 12/03/2018 01:00

Del mal llamado ‘matrimonio gay' y los problemas sociales

La legitimidad de los Derechos Humanos no va depender de la oposición de las mayorías, de concepciones religiosas o versículos bíblicos

En días pasados comentaba que el homicidio (en el 2017 fueron 412 según cifras del Ministerio Público), además de la muerte de la persona, afecta la economía de los sobrevivientes de la víctima, y representa una percepción de inseguridad y miedo, aunado a la sensación de peligro constante entre los ciudadanos panameños.

Que existen circunstancias como la corrupción, que perpetua el subdesarrollo del país, favorece la consolidación de élites y que resulta en una mala asignación y desvío de los recursos públicos, que debieran dirigirse a resolver problemas referentes a la prestación de los servicios de salud, que comprenden las consultas médicas, laboratorios, hospitalización y el suministro de medicamentos; o situaciones sensitivas como la reparación de nuestros innumerables centros educativos.

Que coexisten aspectos como la deforestación, que implica la pérdida del hábitat de millones de especies, incluyendo al ser humano; la mala utilización e inadecuado tratamiento del agua para actividades humanas, lo cual resulta la destrucción de ecosistemas acuáticos y su descalificación para consumo de nosotros mismos; y ni hablar de los arrecifes de coral y manglares, que son afectados por el ser humano, a pesar de representar la mejor protección frente a las inundaciones y la erosión del suelo.

Y otras temáticas como los 106 procesos de relaciones consentidas por menores de edad y las 202 violaciones registradas en el 2017 en Panamá, según datos del Ministerio Público; el femicidio de Yadira Cruz (a manos de su marido) en Pacora y muchas otras mujeres víctimas de este delito en Panamá; y un sinfín de temas, que representan acciones negativas para toda la sociedad, y aun así, no vemos protestar a la feligresía ni, por lo menos, emitir un comunicado aborreciendo estos múltiples problemas, tal como condenan la decisión de amarse de dos personas adultas.

¿En qué te perjudica a ti, a tu familia y a las religiones que dos personas adultas, del mismo sexo y seguras de sí, puedan optar por un matrimonio civil? ‘La palabra de Dios contenida en Génesis es clara, hombre y mujer los creó, y además, el matrimonio entre personas del mismo sexo no es la solución a los problemas sociales' (respondió). Y está en lo cierto, el matrimonio civil entre iguales no solucionará los problemas sociales, como tampoco destruirá más a las familias y a los ya deshonrados matrimonios. Solo se busca beneficiarse de los aspectos legales que sobrevienen del contrato civil llamado matrimonio.

La legitimidad de los Derechos Humanos no va depender de la oposición de las mayorías, de concepciones religiosas o versículos bíblicos. La importancia de estos es resolver las necesidades y garantizar la dignidad de todos los individuos de una sociedad, pues los derechos humanos son incluyentes y no discriminatorios.

Los magistrados de la Corte, en DERECHO, harán las valoraciones pertinentes al matrimonio civil, y tengan presente que cualquier decisión discriminatoria por parte del Estado panameño podrá ser demandada ante la CIDH, y al respecto de este organismo, pueden leerse su opinión referente al matrimonio entre personas del mismo sexo.

‘Siendo un contrato que regula el patrimonio, no debe haber ninguna restricción de tipo sexual para formalizar el matrimonio civil entre personas del mismo sexo. El matrimonio no es un ente sagrado, es un pacto regulado por el Estado. Lo que es sagrado es el amor, y este no depende de un papel ni de la bendición de ningún cura o pastor. La bendición es de quienes se aman. En la mayoría de los casos en Panamá, de manera ‘natural', el amor se da fuera del matrimonio', Olmedo Beluche.

ABOGADO

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