Intolerancia y manejo desordenado

‘Clisé ', ‘repetido ', ‘l o mismo de todos los días ', ‘nada nuevo... '... Sé que los que lean estas breves líneas comenzarán pensando así y no están equivocados... lo mismo de siempre. Pero la diferencia estará en que aquél o aquella que las lean se den cuenta de una vez por todas que son ELLOS y ELLAS los responsables de que tengamos que repetirlo constantemente. Los verdaderos culpables de la intolerancia y del manejo desordenado y de unas cuantas otras cualidades negativas somos nosotros mismos, los que utilizamos las vías públicas para transportarnos a nivel nacional y está de más el echarle la responsabilidad exclusivamente a las autoridades del sector.

Las leyes y reglamentos de tránsito existen y todos los que tenemos licencia de conducir debemos tener completo conocimiento de eso.

¿Los tranques, choques, vuelcos y atropellos quiénes los provocan? En ocasiones son el resultado de una limitada fiscalización de las autoridades competentes por la ausencia del recurso humano y de las herramientas técnicas para controlar el tráfico, pero con mayor frecuencia por la intolerancia ciudadana hacia los otros, por el irrespeto a los reglamentos en su totalidad y a los excesos de velocidad y del abuso en el consumo de bebidas alcohólicas y similares. Por no respetar a las señales de alto y luces rojas, a las llamadas cebras para el cruce de peatones, a las indicaciones de no tomar una vía u otra, la utilización de los hombros como vía adicional. De esto último ya tuvimos hace unos días un doloroso caso que impactó a la ciudadanía.

Los peatones a su vez son o somos culpables también porque en algún momento caminamos y cruzamos las calles bajo los puentes peatonales y no sobre ellos, culpables por cruzar vías de alta velocidad donde no está permitido hacerlo, por no utilizar las cebras y líneas de seguridad marcadas.

Entonces, ¿quién o quiénes son los responsables? Nosotros, los ciudadanos comunes que conducimos y caminamos.

Intolerantes somos al no permitirle el paso a otro conductor cuando tenemos la señal de alto de nuestro lado, al sonar las bocinas por cualquier razón y circunstancia, al provocar encuentros violentos con otros conductores cuando somos inclusive los culpables. Intolerancia a las buenas maneras y al suplantarlas por lo opuesto. Manejo desordenado insostenible, causante de incapacidades, muertes y luto en nuestras familias. Irrespeto a las autoridades y a los reglamentos existentes.

No nos damos cuenta de que esta irresponsabilidad no solo nos afecta como ciudadanos sino que nos reduce culturalmente ante aquellos visitantes foráneos que con tanta ilusión llegan a nuestras playas, campos y ciudades con la esperanza de ver el Panamá que en fotos y videos ven a nivel internacional. Del que a menudo se lee en diarios internacionales, moderno y espectacular con sus edificios multipisos, centros comerciales de primer mundo, playas paradisíacas y para qué continuar, con todo lo que un visitante desea ver al llegar a nuestro país.

Por eso debemos mirarnos en un espejo y aceptar que somos los mayores responsables y que no podemos continuar como estamos. Amigos todos, eliminemos la intolerancia y el manejo desordenado.

CIUDADANO