Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
La mejor vacuna es la que se pone, así de simple. Ante la terrible situación pandémica que vivimos, debemos optar por la primera que esté disponible para nuestra edad, condición de riesgo y cupo asignado. Eventualmente, si uno pudiera escoger, tendríamos que analizar múltiples variables para una decisión mejor informada: 1 vs. 2 dosis, perfil de seguridad inmediato y mediato, grado de inmunidad humoral (anticuerpos) y celular (células T) generada, duración de la protección, eficacia vs. efectividad, protección de enfermedad grave vs. infección leve vs. impacto en transmisión, comorbilidad subyacente, etc. Como, a la fecha, muchos de estos factores son desconocidos, el ejercicio de elección es fútil. Lo más importante, por ahora, es poder prevenir la COVID moderada a grave y que la oferta estatal incluya vacunas que hayan sido autorizadas por agencias regulatorias de trayectoria reconocida, con base en información científica publicada en revistas de prestigio, y cuyas empresas productoras se sometan a inspecciones de calidad en sus prácticas de manufactura. Nos gusten o no los procesos y los tiempos gestionados (más dependientes del fabricante que del Gobierno) para iniciar la inmunización masiva, en fases graduales y priorizadas, las vacunas que dispondremos (Pfizer-BioNTech, AstraZeneca-Oxford, Johnson & Johnson y alguna posteriormente aprobada de la plataforma COVAX de la OMS) serán de la más alta confiabilidad. Respondo dudas e interrogantes que circulan en diferentes círculos de la sociedad.
¿Es obligatorio vacunarse? No. Aunque en salud pública lo colectivo supera lo individual, siempre es mejor convencer que imponer. Ante la crisis epidemiológica vigente (nivel de propagación del virus + posibilidad de variantes más contagiosas), con vacunar a 75-80 % de la población podríamos arrinconar al SARS-CoV-2, para poder aproximarnos a la normalidad prepandémica. ¿Me puedo poner solo 1 dosis? No. Con excepción de la vacuna de J&J, el efecto protector de 1 dosis parece oscilar entre 50-80 % (datos preliminares) y podría no ser tan robusto y duradero. ¿Debo aplicarme la segunda dosis exactamente en el día programado? No. Si hay algún contratiempo, se puede diferir la segunda dosis, sin que esto implique pérdida del efecto global, como ocurre con mayoría de vacunas tradicionales. Desde una perspectiva inmune, es mejor retrasar que adelantar la dosis subsecuente. ¿Puedo usar una vacuna diferente para la segunda dosis? No. No hay estudios de intercambiabilidad. En caso de desabastecimiento, empero, es preferible que la segunda inyección sea con una vacuna de idéntica plataforma tecnológica que la primera. ¿Se puede vacunar a los niños? No, hasta que se realicen ensayos para demostrar la seguridad en población pediátrica.
¿Puedo vacunarme si soy alérgico? Sí. Solo debes avisar al personal sanitario en caso de antecedentes de anafilaxis (alergia severa) a alimentos o medicamentos para que permanezcas en observación por 30 minutos y haya epinefrina disponible. ¿Puedo vacunarme si ya padecí COVID-19? Sí. En caso de enfermedad asintomática o leve (solo detectada por prueba serológica), es preferible ser inmunizado para incrementar potencialmente la calidad y duración de tu inmunidad. Si tuviste COVID moderado a grave que requirió hospitalización, podrías ceder tu cupo y monitorear la cantidad de anticuerpos IgG en el tiempo. Por consideraciones de costo-beneficio, no se recomienda realizar testeo serológico antes de administrar vacuna a cada persona. ¿Puedo infectarme y ser contagioso aún después de vacunarme? Sí. Como con otras infecciones inmunoprevenibles, la protección contra infección no es 100 % (aunque las vacunas más avanzadas evidencian cifras muy elevadas y similares de prevención contra la COVID grave); es posible que si llegas a infectarte puedas contagiar a contactos cercanos, aunque quizás con bastante menor probabilidad a si no hubieses sido vacunado. ¿Necesitaré refuerzos cada año como para la gripe? Es previsible que el SARS-CoV-2 se convierta en un virus endémico y haya que revacunarse en el futuro, pero tal vez no con tan frecuente periodicidad como con influenza.
¿Me sentiré mal después de vacunarme? Es probable que experimentes malestar general, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, fatiga y quizás fiebre por 1-3 días después de cada dosis. ¿Tendré que usar mascarilla y saludar a distancia después de vacunarme? Sí, hasta que alcancemos la inmunidad de rebaño. No obstante, mantener algunas medidas higiénicas es siempre una conducta sensata para evitar numerosas infecciones respiratorias y gastrointestinales. ¿De surgir nuevas variantes relevantes, necesitaré ponerme una vacuna reformulada? Es probable, pero la ciencia está preparada para ese potencial evento. ¿Se puede vacunar a la mujer embarazada o en lactancia natural? Sí, pero debe ser una decisión consentida con gestante según beneficio-riesgo individual. ¿Se puede vacunar a una persona VIH+, con cáncer o con alguna enfermedad autoinmune? Sí, la vacuna no contiene virus vivo. El único problema es que, si el grado de inmunosupresión es importante, se podría ver afectada la producción de anticuerpos protectores. ¿Me puedo poner otras vacunas? Sí, pero con, al menos, 2 semanas de intervalo. ¿Puedo vacunarme si recibí transfusión de productos sanguíneos? Sí, pero con 3 meses de intervalo. ¿Puedo vacunar a mi abuelo de más de 85 años? Sí, pero tomando en cuenta su condición de salud y riesgo de COVID, manejando los eventos adversos inmediatos.
Confiemos en la vacunación y veremos la luz más pronto que tarde.