• 17/07/2023 00:00

Mensajes claros: las bardas del vecino

“Independientemente de nuestra posición sobre la intromisión de un Estado en los asuntos de otro, no debe haber dudas sobre los mensajes adicionales en la nota de la semana pasada”

Me ha tocado escribir en múltiples ocasiones el borrador de comunicados, notas de prensa, pronunciamientos o declaración para la revisión y firma de alguien a cargo de una institución o empresa. Eso sin contar aquellos que algunos llamarían “panfletos incendiarios” a favor o en contra de alguna causa nacional o relacionado en tiempos estudiantiles y universitarios. Lo cierto es que, entre los escritos en el ámbito profesional, a diferencia de la época estudiantil, hay enormes diferencias en la preparación de un texto que se hará público.

Como ya sabemos, en una nota de prensa, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, informó el jueves pasado que el ex presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela (2014-2019), es “inelegible para entrar a Estados Unidos por su participación en actos de corrupción significativa”. Igual pronunciamiento se hizo el 25 de enero de este año 2023 sobre el expresidente Ricardo A. Martinelli (2009-2014).

Mientras la noticia causó toda clase de especulaciones sobre los motivos de la retirada de la visa del expresidente Varela y sus familiares inmediatos, es importante una lectura más cuidadosa de la nota de prensa en comparación con la relacionada al expresidente Martinelli sobre el mismo asunto.

Aunque el objetivo era informar sobre el mismo fin para ambos expresidentes, el contenido de ambas notas varía, a mi parecer dramáticamente, en el fondo. Hay un claro mensaje en la nota sobre el expresidente Varela que no aparece en la primero sobre Martinelli y que creo que es importante que se tome muy en cuenta.

El Segundo párrafo en la nota sobre el expresidente Martinelli dice: “Accepting bribes for government contracts undermines the integrity of Panama's democratic institutions and fuels perceptions of corruption and impunity”, que traducido dice: “Aceptar sobornos por contratos gubernamentales socava la integridad de las instituciones democráticas de Panamá y alimenta las percepciones de corrupción e impunidad”. La palabra clave aquí es “percepciones”.

Sin embargo, La primera línea del segundo párrafo de la nota sobre el expresidente Varela dice: “This designation reaffirms the commitment of the United States to combat endemic corruption in Panama”, que traducido sería algo similar a: “Esta designación reafirma el compromiso de Estados Unidos de combatir la corrupción endémica en Panamá”.

El tercer párrafo señala que: “It is our hope that today's action will prompt Panama's elected representatives and authorities to tackle entrenched corruption”, traducido sería: “Esperamos que la acción de hoy impulse a los representantes electos y autoridades de Panamá a abordar la corrupción arraigada”. (Toda la traducción es de este servidor).

En seis meses la visión los Estados Unidos y Blinken ha ido de “percepción” a afirmar que existe “corrupción endémica” y que es “corrupción arraigada” en Panamá. Son mensajes que han querido dejar claro y que con la distracción y el asombro no hemos querido ver.

El doctor Michael Johnston, profesor emérito de la Universidad de Colgate, y autor del libro “Syndromes of Corruption: Wealth, Power and Democracy” (2005), se centra en el concepto de “sistemas de corrupción”. Argumenta que “la corrupción no es simplemente las acciones de unos pocos individuos, sino un problema sistémico profundamente arraigado en las estructuras sociales, económicas y políticas”. Los Estados Unidos parecen haber llegado a esta conclusión sobre Panamá.

Los nuevos mensajes en la nota sobre el expresidente Varela pretende dos cosas: 1- dejar claro que los Estados Unidos no ven el tema de la corrupción como un “asunto de unos cuantos individuos”, cosa que no mencionó en la primera nota sobre el expresidente Martinelli. Y, 2- también deja claro la opinión del Departamento de Estado sobre la actualidad de la realidad panameña y el “arraigo” de la corrupción en la misma. Entre otras definiciones dice la RAE: Arraigar: Dicho de un hábito o de un modo de comportarse. No hay dudas de que los efectos de la corrupción son evidentes (hospitales, educación, sistema judicial, etc.).

Independientemente de nuestra posición sobre la intromisión de un Estado en los asuntos de otro, no debe haber dudas sobre los mensajes adicionales en la nota de la semana pasada. Tampoco debe haber dudas de que los Estados Unidos procederán a su conveniencia y no debe haber dudas sobre las consecuencias para los involucrados que aún disfrutan de lo mal habido, influencian la cosa pública y privada y caminan las calles alegremente.

Comunicador social.
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