• 15/02/2019 01:03

La mesa electoral está servida

‘No importa lo que hagan. (Los candidatos). Si no tienen [...] una buena estrategia [...], confirmarán [...] que ‘en política no hay sorpresas, sino sorprendidos'...'

H emos dado inicio a la etapa pre electoral del 5 de mayo. Todas las nóminas, en especial las presidenciales, están listas. En esta etapa sigue la veda para hacer campaña y queda prohibido para el Gobierno y las instituciones públicas promover y utilizar obras gubernamentales que puedan favorecer a las fórmulas oficialistas en las elecciones.

El día 5 de marzo arranca la etapa final en donde se juega el futuro del país, por la decisión de los votantes. Empezarán a salir las encuestas, las autorizadas y las que no lo son, con informaciones que favorecen a los diversos candidatos a diversas posiciones en la intención del voto. En esas encuestas, las campañas electorales tratan de identificar las aspiraciones y expectativas que deben tomarse en cuenta para que ‘los mensajes' de los candidatos atraigan a ‘los indecisos' que mayoritariamente no pertenecen a partidos políticos y que no expresan atracción por las candidaturas ofertadas.

No es la intención de este artículo hacer la radiografía de los votantes panameños. Esta es una función propia de los sociólogos y politólogos. No obstante, es importante expresar criterios respecto de los electores panameños y de cómo la idiosincrasia y la orientación por los medios de comunicación y redes sociales tendrán un impacto en sus decisiones a la hora de votar.

En primer lugar, a los panameños nos gusta ir a votar. Esa es la razón por la cual las elecciones en Panamá gozan de un alto porcentaje de participación, usualmente alrededor del 70 % de los votantes. Por otro lado, las huestes partidarias de voto duro, suelen participar en fuertes y coloridas concentraciones en actividades de campaña con un enorme optimismo, transmitiendo una esperanza real de poder ganar las elecciones.

Pero esa situación está cambiando. Me explico: la campaña tradicional (territorial) de campo está cambiando hacia el trabajo en las redes sociales de moderna tecnología. Las reglas del marketing político han cambiado para siempre y en forma rápida y drástica. Hay un acceso generalizado a medios tecnológicos. Hay una portabilidad de los mismos que nos acompaña adonde nos movamos, con una increíble inmediatez, donde la información ‘vuela' en segundos y llega de manera viral al destino que pretendemos y ‘contar nuestra versión' al momento que se necesite. Ello permite enviar mensajes falsos ( fake news ) atacar, defender y contraatacar y que a cada mensaje positivo se le pueda sacar uno negativo por medio de los ‘memes' y audios, en donde la opacidad es la mayor característica. La Política es percepción que se materializa a través de los medios de comunicación.

Hoy estos mensajes en redes sociales impactan mucho más en las opiniones de los votantes, que los discursos, planes de Gobierno (que nadie lee ni cree) y un mensaje corto, pero poderoso, puede impactar más en los votantes. Decir, por ejemplo ‘todos los que han robado irán presos... ‘recuperaremos lo robado', puede neutralizar el mensaje contrario de ‘robaron, pero hicieron... robaron, pero nos resolvieron', que escuchamos frecuentemente.

Por otro lado, es importante tomar en consideración que todos tenemos un cerebro racional y uno emocional. El racional es un cerebro ejecutor y evolucionado, trabaja de forma lenta, opera con esfuerzo, requiere de razonamientos profundos, elige, discrimina, analiza y es el encargado del ‘autocontrol'. El emocional (que es el de la sobrevivencia) actúa rápido, intuitivo, impulsivo, toma atajos mentales, hace asociaciones simples y no tiene capacidad de análisis profundos, es una máquina de sacar conclusiones y decisiones inmediatas.

La mayoría de las veces el cerebro emocional es el que lleva las riendas de nuestras vidas y no el racional. Los seres humanos, vemos las cosas no como son, sino, de acuerdo a quienes somos. Según los autores de la psicología de la comunicación política, solamente seis emociones básicas son las que motivan a las personas al votar: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, asco y rabia. Las elecciones se ganan o se pierden el día de las elecciones. Pero en todo el período previo, estamos sometidos al bombardeo mediático.

Los candidatos a la Presidencia, tanto de partidos como de libre postulación, han elegido a sus candidatos a vicepresidentes, en un intento por atraer a los votantes a favorecer sus propuestas. Han tenido diversas razones, que han sido analizadas por muchos analistas y medios de prensa. La comunicación política solo es efectiva cuando sintoniza con la personalidad de los votantes. No importa lo que hagan. Si no tienen y desarrollan una buena estrategia y elaborada científicamente, confirmarán el dicho de que ‘en política no hay sorpresas, sino sorprendidos'.

ABOGADO

‘[...] la campaña tradicional (territorial) de campo está cambiando hacia el trabajo en las redes sociales de moderna tecnología'

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