El presidente José Raúl Mulino reiteró la mañana de este jueves 19 de junio en su conferencia matutina que no sancionará una reforma a la Ley No. 462
- 04/08/2015 02:01
Cómo mueren los partidos políticos
Nadie puede negar la ilusión con la que se forman los partidos políticos. Generalmente es un puñado de hombres, rodeando a un líder, el que inicia la redacción de documentos y postulados del partido, luego inicia el proselitismo para llegar a la cifra mágica de constitución. Que yo recuerde, la única excepción fue el PRD en nuestro país, inscrito desde el poder, por lo que era como apostar después de la carrera, no era inscribirte para llegar al poder, ya estabas en el poder.
A lo largo de mi vida política vi cantidad de partidos inscritos y desaparecidos, todos por distintas causas, principalmente al no llegar a los votos de subsistencia. Nuestra Ley Electoral es cariñosa, puedes subsistir, aunque tu membrecía sea muy por debajo de la mínima, si en las elecciones recibes más votos del mínimo requerido para sobrevivir (caso Partido Popular en dos últimas elecciones).
Muertos en elecciones hemos visto al PALA, FRAMPO, Liberal Auténtico, PST, PRT, PICO, FAD, DIPAL, APRA, REPUBLICANO, CPN, y tantos más. Luego, recientemente el Liberal se unió a Solidaridad, creando Unión Patriótica y este a su vez se fusionó con Cambio Democrático. Hoy, nos quedan de todos esos muertos y heridos el Panameñista, Cambio Democrático, PRD, Molirena y Popular. Hoy, mientras muchos hablaban de que el próximo a morir era el CD, todo indica que no. El CD se está fortaleciendo y si logran sacar de la dirección a los ensuciados en la corrupción y ponen figuras nuevas y limpias, el CD bien podría ser el partido a batir en el 2019. En cambio, el mayor partido de oposición, el PRD, parece ir rumbo a fraccionarse en varios partidos donde el propio PRD original pudiese terminar por desaparecer.
¿Qué le ha pasado al PRD? El partido más democrático, el partido que implementó primero las primarias, que más diputados ha elegido en las últimas cuatro elecciones, ha caído en una lucha interna inexplicable a muchos y abanicada por los medios de comunicación. La muerte del PRD parece producto de una intoxicación interna, la victoria arrasadora de la Ola Azul y su secretario general, Juan Carlos Navarro, desplazó a viejos dirigentes que pacientemente empezaron a socavar el piso al partido. La derrota electoral de Navarro y del candidato a alcalde capitalino, José Luis Fábrega, fueron la prueba del inicio del fin. Miembros prominentes del partido ni votaron unos por Navarro y otros traicionaron con su voto a Fábrega, pero peor aún, muchos abiertamente buscaron votos para los adversarios. Pero, con todo y las traiciones, la nobleza del partido fue tal que logramos mayoría en el consejo capitalino y mayoría de diputados y alcaldes.
Pero la dicha fue corta, las luchas se acrecentaron inmediatamente pasadas las elecciones, el actual presidente del partido enfrentó primero una conspiración con la renuncia de cinco miembros del CEN y una campaña negativa en medios que no ha cesado, aumentando la división de los diputados y debajo de ellos, de la membrecía, el intento de poner un contralor falló por las luchas internas y posteriormente el debacle los llevó a una división frente la presidencia de la Asamblea que mantiene al partido aún peor. Pero si faltaba más para debilitar al otrora poderoso PRD, el nuevo presidente de la Asamblea, disidente dentro del partido, ha iniciado a destituir de la Asamblea a miembros, incluyendo al vicepresidente Rogelio Paredes.
Yo fui uno que negué siempre la crisis del PRD, no le daba importancia tan lejos del 2019, pero hoy admito que estaba equivocado. La crisis es profunda y seria. El PRD requiere una reingeniería que pasa por depurar su membrecía. ¿De qué sirve mantener miembros y líderes naturales que al momento de ir a elecciones puedan simplemente irse con el enemigo? El PRD unido, sería hoy el partido en el poder y la Alcaldía sería PRD. Pero, día a día, aumentan las diferencias y las divisiones. El pasado 31 ni siquiera se pudieron unir para recordar la muerte de Omar Torrijos. ¿Si Torrijos no los une, quién?
El proceso de muerte de los partidos es lento, comienza con las críticas internas, las divisiones y termina en una elección donde no llegan al mínimo exigido por ley. Para el PRD, el mayor partido desde hace más de 15 años, podrá tomarle tres elecciones. El problema es que el proceso de muerte ya empezó, y no parece haber ningún grupo con la fuerza para detenerlo. En eso vemos al Toro, a Martín y a Refundación Torrijista, pero ni ellos pueden conciliar su intención.
ANALISTA POLÍTICO.
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‘El problema es que el proceso de muerte (del PRD) ya empezó, y no parece haber ningún grupo con la fuerza para detenerlo'