Nobel a un poeta

El anuncio dejó de una pieza a la comunidad internacional. Quienes esperaban escuchar el nombre de alguno de los escritores que sobresalían de un puñado muy selecto, se sorprendieron. Bob Dylan, dijo Sara Danius, secretaria general de la Academia Sueca, recibiría el Nobel de Literatura para el 2016, con lo que se rendía honores a un compositor de textos poéticos que se han expresado como canciones durante los últimos cincuenta años.

Sí, Dylan es un autor que se comunica a través de música; de una guitarra y armónica para retratar una realidad, quizá deshebrada en que se resaltan sus aspectos más grises y donde los actores son aquellos asaltados por la contrariedad, la tristeza, los golpes, que les producen esa visión de alejamiento o se han dejado arrastrar por vientos amargos de la desesperanza. ‘Se inscribe en una larga tradición que se remonta a William Blake ', dijo Danius.

‘La respuesta, amigo mío está soplando en el viento ', dice una canción escrita por Robert Allen Zimmerman, Bob Dylan en 1963 — Blowin' in the wind —, de sus primeros éxitos; basada en el texto de uno de los libros del compositor e intérprete Woody Guthrie, en quien se inspira y al que visitó en su lecho de muerte. Produjo en él una gran influencia para referirse a la sociedad cambiante de postguerra y fuente de los ingredientes del humanismo del periodo.

La selección de este guitarrista para el premio de literatura se basó, según criterio del organismo sueco en que ‘ha creado nuevos modos de expresión poética dentro de la gran tradición de la música estadounidense '. Se hizo alusión a las formas de volcar las realidades sociales durante la vigencia de la cultura griega, en que juglares como Homero o Safo interpretaban sus poemas rítmicos acompañados de la lira.

Tarántulas y Crónicas. Volumen 1 son algunos de los libros donde Dylan dejó plasmadas sus ideas sobre la época en que vivía y su relación con el mundo exterior. Sin embargo, los referentes de sus canciones emanaron de su profunda exploración sobre aquellos problemas más trascendentes, como aquel boxeador Hurricane Carter que yacía en la cárcel por triple asesinato, visitado por el músico y luego inspirador de una extensa melodía.

El trabajo de composición de este autor transformó casi todos los registros y modelos musicales de la segunda mitad de la centuria. Interpretó sus canciones con grupos pequeños; reconstruyó las bandas basadas en instrumental eléctrico; dio más sentido al texto musical luego de disminuir el acompañamiento y reducirlo a la guitarra acústica, la armónica y teclados; así el público fijaría su atención en la lírica de los contenidos y no en la atmósfera.

Alrededor de él se agrupó una buena cantidad de otros ejecutantes e intérpretes que crearon un movimiento no organizado, pero sí sobre una nueva forma de dar expresión a sus miradas de los hechos y acontecimientos en todos los sectores de la vida que transcurría en medio de guerras como Viet Nam de profundo impacto en la sociedad. De allí, los fenómenos de rebeldía que van desde los espacios políticos hasta la transformación de la cultura.

Su obra se inscribe en toda esa ideología. No impulsó esos grupos desafectos; caminó a su lado y orientó a otros desde la estrechez rural y melódica del country , hasta los ritmos de las colectividades urbanas como el jazz , blues , hip hop y múltiples manifestaciones en que la composición melódica tranquila o no, testimoniaba los cambios de una comunidad asediada por plurales fantasmas.

El reconocimiento a su labor creativa permite al Nobel manifestar nuevos criterios de selección que ponen en la perspectiva los bordes imprecisos del arte y la capacidad de artistas como Dylan para conjugar y enhebrar estilos literarios.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.