• 12/08/2016 02:01

Turquía: la noche del héroe ordinario

Los F-16 secuestrados por miembros del culto de terror soltaron bombas en el Parlamento turco

Alrededor de las 10 p. m. del viernes 15 de julio, miembros de una célula durmiente perteneciente a un culto marginal de terror intentaron realizar un golpe de Estado en Turquía, atentando para derrocar al Gobierno electo democráticamente. El golpe fue liderado por una camarilla dentro de las Fuerzas Armadas de Turquía, vinculada a la Organización Terrorista Fethullah Gülen.

Los oficiales renegados atacaron estaciones de policía con cazas de combate, matando a docenas de oficiales de policía encargados de proteger al pueblo.

Los F-16 secuestrados por miembros del culto de terror soltaron bombas en el Parlamento turco, mientras que la legislatura estaba aún en sesión.

El presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor, Hulusi Akar, y varios otros generales de alto rango fueron secuestrados por su propio personal de seguridad. Los ataques en contra de todas las facetas de las instituciones democráticas se llevaron a cabo casi simultáneamente.

En este punto, algo milagroso y sin precedentes sucedió.

Los ciudadanos de Turquía respondieron, dándose cuenta de que su democracia estaba en peligro.

Conforme las noticias sobre el golpe se esparcían por medio de las redes sociales, el pueblo dejó lo que estaba haciendo y salió a las calles.

Para el momento en que el presidente Recep Tayyip Erdogan regresó al aeropuerto Atatürk en Estambul, cientos de miles de ciudadanos ordinarios estaban en las calles, enfrentando a los soldados armados con artillería pesada, tanques y rifles de asalto.

Bajo órdenes de eliminar cualquier resistencia, los participantes del golpe dispararon desde helicópteros a masas de civiles.

Mientras olas de ciudadanos estaban siendo masacrados en las calles, muchos más se enfurecieron por los videos de la evidente indiferencia por la vida de sus compatriotas.

Las redes sociales aceleraron la propagación de las noticias y en unas horas, millones de turcos llenaron el centro de las ciudades exigiendo que los soldados regresaran a sus cuarteles.

A cinco horas del inicio del intento de golpe, los tanques que habían sido colocados en las calles para intimidar al pueblo fueron rodeados por masas de turcos furiosos por el intento de interferir con el orden democrático.

Los soldados que dispararon a civiles inocentes bajaron sus armas y se rindieron. El golpe había fracasado.

La democracia fue protegida por los ciudadanos ordinarios que se unieron para oponerse al golpe.

Todos los partidos políticos en el Parlamento turco se unieron para condenar el fallido golpe emitiendo una declaración conjunta.

Nuevamente, la diplomacia turca ha comprobado sus credenciales.

El papel protagónico de los medios turcos en la oposición del intento de golpe llama la atención.

Trágicamente, 246 ciudadanos turcos perdieron la vida durante esta violenta campaña de terror, de los cuales, 179 fueron civiles inocentes que permanecieron valientemente frente a los tanques y reclamaron sus derechos democráticos.

Más de 2000 ciudadanos turcos fueron heridos. Aquellos que formaron parte del golpe serán procesados y juzgados de acuerdo con la ley.

Las declaraciones de aquellos bajo arresto y la información de múltiples agencias prueban que el intento de golpe fue realizado por la Organización Terrorista Fethullah Gülen.

Por más de 30 años, Fethullah Gülen ha exhortado a sus seguidores a infiltrar las fuerzas militares y el Órgano Judicial en Turquía.

Tomas de cámara escondida de 1997 revelan a Gülen instruyendo a sus seguidores a ‘evitar ser detectados e infiltrar ' todos los niveles del Estado hasta sus ‘capilares '.

Encubriendo esta siniestra y atroz agenda, Gülen ha formado una amplia red de escuelas, organizaciones no gubernamentales y negocios, y se ha infiltrado encubierto en las oficinas públicas para deponer al Gobierno electo democráticamente en Turquía.

Gülen, quien ya ha sido solicitado por oficiales turcos para ser juzgado por varios cargos de conspiración, vive en el sur de Pensilvania, Estados Unidos.

EE.UU. aún no lo extradita a Turquía para enfrentar juicio, y continúan renovando su permiso de residencia. El pueblo turco está horrorizado ante la insistencia de EE.UU. en protegerlo. Nosotros, como el Gobierno turco, exigimos su retorno para que enfrente la justicia.

Su extradición a Turquía es la expectativa más grande que tiene el pueblo de Turquía de EE.UU. La posición de EE.UU. en este tema de vital importancia es lo que podría dar forma a las futuras relaciones de estos dos aliados claves.

La Organización Terrorista Fethullah Gülen continúa obteniendo financiamiento para sus actividades subversivas gracias a la operación de escuelas autónomas en EE.UU. Las actividades de Gülen han puesto en peligro la estabilidad y orden constitucional del miembro de la OTAN, Turquía. Cualquier apoyo hacia Gülen y su organización terrorista no es conforme al espíritu de cooperación entre Turquía y EE.UU.

Esperamos que las autoridades de EE.UU. muestren solidaridad con su aliado en la OTAN, Turquía, y tomen acción inmediata para restringir las actividades de Gülen, como también de su red, y extraditarlo a Turquía.

CANCILLER DE TURQUÍA.

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