• 01/02/2011 01:00

El desarrollo económico del país

S e ha abierto un debate sobre el papel de los tributos en la economía y en la vida social de la República. Nadie duda de que una adecua...

S e ha abierto un debate sobre el papel de los tributos en la economía y en la vida social de la República. Nadie duda de que una adecuada tributación permite al Estado hacerse de los recursos que necesita para que todos seamos solidarios con los más necesitados, al tiempo que es demostración del grado de responsabilidad social de las empresas.

Pero, si estiramos demasiado esta teoría y pretendemos resolverlo todo con nuevos impuestos y tributos, lo único que conseguiremos es un efecto que en vez de incentivar, desmotive a los inversionistas, provoque la caída en los niveles de empleo y por lo tanto, genere un aumento en nuestros problemas sociales.

Un buen gobierno, tanto a nivel estatal o federal, como a nivel municipal, no sólamente tiene que justificar lo que hace o pretende hacer con los impuestos de los ciudadanos, sino que debe entender que su función es servir a esos ciudadanos, y no pensar todos los días cómo se crean nuevas cargas tributarias que desestimulan el desarrollo económico del país.

Y un mejor gobierno, piensa como disminuye la carga tributaria sobre empresas y ciudadanos para incentivar la inversión.

Hablando de inversión, una de las fortalezas de la Economía panameña es su diversificación. En otras palabras, que el auge en el crecimiento económico que hemos experimentado durante los últimos años se lo debemos al turismo, el Canal, las telecomunicaciones, la Zona Libre de Colón, la Banca, al sector inmobiliario, a las agro exportaciones y demás, y no como ocurría a finales de la década de los sesenta del siglo pasado, a un sólo factor económico.

Gracias a Dios tenemos una de las economías más sólidas y mejor estructuradas de América Latina, porque no sólamente hemos hecho parte de la agenda de Estado el manejo responsable de los aspectos financieros de la misma, sino también porque el desarrollo de algunos rubros trascendentales de esa Economía, son motivo también de políticas de Estado, como lo es el caso del turismo.

Dentro de ese contexto, el debate entorno a la minería, no es un debate entorno a esta actividad económica como nueva en nuestro país, pues ya desde hace mucho tiempo, la explotación minera se da en nuestro territorio. Las preguntas que debemos formularnos, se refieren exclusivamente a determinada clase de minería, y es una pregunta sobre el costo –beneficio para el país–, que representa la incorporación a su ya diversificación económica, de este tipo de actividad en el país.

A pesar de los aumentos en las regalías que cobraría el Estado, que hay que reconocer a un mejor manejo y criterio del Ministerio de Comercio e Industrias, ¿podemos darnos el lujo de poner en peligro nuestros recursos hídricos, permitiendo el desarrollo de este tipo de minería? ¿No compite acaso la misma, con la necesidad de preservar el eco sistema de la cuenca del Canal de Panamá, el desarrollo de este tipo de minería?

N o me interesa dar respuestas, sino tratar de enmarcar las preguntas del debate. Es válido decir que Canadá, Chile, Perú y Bolivia, por ejemplo, son países que experimentan importantes desarrollos mineros. Lo que no es válido es desatender las especiales calificaciones que necesita un eco sistema que gasta cientos de miles de galones de agua diarios, para que transiten los buques y barcos por el Canal de Panamá.

Ninguno de los otros países ha generado su desarrollo económico sobre la importancia estratégica de su posición geográfica, y sobre la función económica que desarrolla un Canal que atraviesa el Istmo.

Cualquiera apreciación que menosprecie la importancia del mantenimiento de la Cuenca del Canal de Panamá, del mantenimiento de sus recursos hídricos, del agua que necesita para su subsistencia el más de un millón de habitantes que vivimos alrededor de la misma, y la consecuencia impredecible que cierto tipo de minería pudiera tener en relación son esa función, no está valorando aquello que precisamente ha hecho exitoso nuestro desarrollo económico.

Para mí, estas son las preguntas que tenemos que hacernos. Los panameños nos merecemos que nos den algunas respuestas.

*ABOGADO

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