Paradigma y salud pública... Una opinión

Según el diccionario de la RAE, “paradigma” es la teoría o conjunto de teorías, cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento. En Panamá, como en gran parte de Latinoamérica, prima el criterio de asociar la salud a la atención de la enfermedad; de aquí que la mayoría de la población considere favorable la construcción de hospitales e instalaciones de acceso a prestaciones y servicios de atención a la enfermedad. Y peor aún, las autoridades consideran la atención como fiel indicador del mejoramiento del sistema, v. g: “este año se registró un aumento de las operaciones por cáncer del cuello uterino” o ¡como ocurrió al anunciar que los hisopados se habían más que duplicado! La detección temprana de las lesiones precursoras del cáncer del cuello, mediante pesquisa a la población de mayor riesgo, es la medida racional y preventiva, en función de costo-eficiencia; entre tanto, la PCR no tiene ningún valor como prueba diagnóstica, dado el alto porcentaje de falsos positivos; sin embargo, presentaron el novedoso concepto del “enfermo asintomático”, que incluso catalogaron como el propagador más peligroso del “letal virus”!

El 21 de marzo de 2023, el ministro de Salud se reunió con representantes de Pfizer y otras empresas similares, para intercambiar opiniones sobre acciones enfocadas al suministro de insumos y apoyo para ampliar los servicios en el territorio nacional. ¡Increíble!, empresas y autoridades que conjuntamente, al margen de la moral y de la ley, acordaron suministrar el agente tóxico, nocivo para la salud, que presentaron como la vacuna segura y eficiente, para detener la mortal enfermedad. ¿Ampliar el suministro?, a menos que sea con propósitos diametralmente opuestos a la salud pública. Durante su intervención, el ministro se refirió a los paradigmas que se deben romper vinculados a la llegada de la tecnología y la formación de los médicos y profesionales de la salud de todas las regiones de salud.

¿Qué paradigmas y cuál tecnología?, valga advertir que los estrategas de la agenda para la despoblación, ya han logrado avances significativos en la aplicación de tecnología dirigida a desarrollar la interfase cerebro-computadora, lo que han llamado aumento humano, que consiste tanto en la edición de genes como en la aplicación de inteligencia artificial para diversas aplicaciones; en síntesis, la producción de humanos robotizados. Lo preocupante es el absoluto silencio de las organizaciones de profesionales de la salud y de los Comités de Bioética, ¡como si en los pasados treinta y seis meses, a nivel planetario, no hubiera ocurrido nada grave en materia de salud pública!

El Dr. José Renán Esquivel, figura cimera de la Medicina y referente ético, hizo un intento serio por cambiar el paradigma de la salud, al introducir el concepto de la producción de salud y la participación social, dijo: “el comité de salud es un instrumento de la gente, para ejecutar de manera organizada los conocimientos que le son propios al programa de salud... De haber desarrollado su propuesta, tengo la certeza de que el daño registrado no habría sido tan profundo; pero hoy, con una administración corrupta, excedidamente incompetente y subordinada, en grado de abyección, solo es predecible la formación de profesionales en ciencia$ de la $alud, al servicio incondicional del WEF y de la agenda genocida. ¿Seremos cómplices por omisión? ¿Usted qué opina?