Por qué un partido con la línea de Omar

Nuestros dirigentes, a quienes creímos confiables, han contribuido al alejamiento de las bases, permitiendo el fraccionamiento de la mística que debe prevalecer como la sustancia que indica el camino de los principios y pensamiento de Omar para la toma de decisiones en pro del beneficio del pueblo.

Se perdió la práctica de consultar abierta y públicamente, canalizando la sabiduría del pueblo que conlleva la creación de leyes, induciendo el progreso y desarrollo sostenido. Hay que sumar a los grupos y áreas que se quedan y ven pasar solo el crecimiento de los privilegiados. No podemos tener un partido desintegrado e incompleto que discurre en el tiempo hacia una muerte súbita, más temprano que tarde, al abandonar su razón de ser, por Panamá.

Omar logró que las fronteras del conocimiento y crecimiento fueran ampliadas, dándose el surgimiento de nuevas tareas y objetivos después de la reversión del Canal de Panamá, aspiraba a que comprendiésemos la LÍNEA, para que no se tornaran intereses aviesos y mezquinos que, lamentablemente, han elegido algunos de los nuestros, en detrimento de los intereses de las mayorías; razón por la cual nuestro Líder también amplió el espectro de la educación superior y sembró escuelas para elevar los niveles de cultura y educación, para continuar engrandeciendo la convivencia no en vano, por el pueblo.

Omar, en su sencillez y vocación con lógica del proceder de un dirigente auténtico, reflexionó, expresando una de sus máximas cuando dijo “programemos nuestras acciones teniendo las luces altas, y realizarlas con las bajas. Quien no usa las bajas, se tropieza con los obstáculos inmediatos, y quien no usa las largas, no llega nunca”.

Cuántas veces nuestros últimos dirigentes han reflexionado sobre tan sencilla, pero abarcadora expresión: “La falta de comunicación es el mejor ingrediente para el distanciamiento. La comunicación diaria, garantiza que no haya distanciamiento entre nosotros. Esto no quiere decir que no haya diferencias de opinión entre nosotros. Lo que quiere decir es que, si hay comunicación, no hay ninguna posibilidad de que el equipo se pueda dividir”.

La desobediencia civil parcial o general de los copartidarios es el más triste de los fracasos al que nos abocamos en un corto plazo, si no retomamos la LÍNEA de OMAR.

Son muchos los objetivos por alcanzar, pero en cuanto tomamos los derroteros de las recomendaciones foráneas en menoscabo de la esencia nacional no vislumbramos “que, aunque avancemos milimétricamente y coloquemos un solo granito de arena, pero con seguridad absoluta de avance en beneficio de todos y con elevado porcentaje de inteligencia nativa, nos garantizamos no desviarnos en la dirección opuesta e incorrecta”, son los pensamientos en las enseñanzas de OMAR.

Nuestro partido tiene la oportunidad de implementar un nuevo sistema de educación consagrado con visual de primer mundo, la “salud igual para todos” no en ideas y eslóganes políticos, que allí se quedan, la seguridad y protección pública que se apoye con eficientes cuerpos de inteligencia entrenados que garanticen la convivencia en todo el territorio nacional.

Es hora de llevar adelante una cruzada para procurar que cada profesional que se titule tenga la oportunidad de aportar al desarrollo nacional, porque, como decía Omar, el que mucho estudia y no aporta se deforma, así mismo y consecuentemente después del retiro como pensionados y jubilados no sean reingresados en la vida laboral en desmedro de los que vienen evolucionando y necesitan oportunidades de empleos dignos.

Quedaron atrás y olvidados los logros alcanzados con la gesta de nuestros mártires y el posterior liderazgo de Omar de expulsar el yugo colonialista y oprobioso; ahora nos corresponde no permitir que el crimen organizado siga entronizándose como un nuevo yugo criollo y desconsiderado que empaña el devenir nacional con el oportunismo enquistado en el poder, dando al traste con nuestro amado país. Reflexionemos que divididos y sin la mística tirada en la Línea de Omar prevalecerá su advertencia: “Los mártires murieron de bala que no vuelvan a morir de indiferencia”.

Recuperamos el Canal de Panamá y nos hemos entretenido incentivando desigualdades, debido al trazado de objetivos llenos de ideas, disertaciones y estudios; pero ausentes de panameñidad, por el contrario galopante e institucionalizada la corrupción generalizada, recuperemos el camino con los ideales del Torrijismo.

Reflexiono esperando que los oídos de los que corresponde nos presten una debida y copartidaria atención.