• 22/12/2023 09:50

Paz para un futuro más humano

[...] las evaluaciones sobre el progreso de la humanidad deben darle un espacio a la tenacidad inquisitiva del homo sapiens por su supervivencia [...]

Para los cristianos hoy celebramos el nacimiento de Jesús, acontecimiento que se dio, según los relatos, en un establo en Belén hace 2023 años. En las enseñanzas cristianas hay mensajes de humildad suprema en el significado de los acontecimientos relacionados con esta fecha, su sentido, las razones para celebrarlo, el mensaje espiritual que pretende esparcir y la actitud esencial de las celebraciones. Pero la conducta de muchos creyentes cristianos descarta otras creencias y también rechazan, de diferentes formas, hasta con violencia, a los que no comparten su fe y sus creencias. Eso ha sido evidente a lo largo de la historia y más evidente aún en el escenario internacional, en donde la tolerancia es relativa.

Hay que considerar el avance de la humanidad desde otras perspectivas no necesariamente ligadas a la fe ciega. En ese sentido, las evaluaciones sobre el progreso de la humanidad deben darle un espacio a la tenacidad inquisitiva del homo sapiens por su supervivencia.

Primero, los científicos estiman que hace unos 4 o 5 millones de años se dieron las condiciones biológicas necesarias para sostener la vida de los antepasados de lo que se ha convertido en los hombres y las mujeres que hoy habitamos la tierra. Esos primeros supervivientes, por mucho más de la mitad de ese tiempo, y con recursos primitivos, combatieron todas las amenazas del ambiente terrestre que atentaron contra su existencia.

Segundo, las evidencias históricas demuestran que esos seres aprendieron lo suficiente de las experiencias cotidianas, del ensayo y error, de la metida de pata, para garantizar la transferencia de conocimientos a las generaciones posteriores para sostener la aún frágil existencia humana.

Tercero: en algún momento quedó claro en la evolutiva mente de nuestros antepasados que, ante todo, la seguridad era esencial para poder atacar con decisión las otras empresas que garantizarían su existencia a largo plazo. Su seguridad personal y la colectiva. La de sus descendientes, la de sus familiares cercanos, sus amigos, los miembros de la tribu.

Cuarto: tan solo en los últimos 100 años, la tenacidad investigativa del ser humano y su búsqueda continua por la preservación de la especie; duplicó las expectativas de vida que al inicio del siglo pasado aún estaba entre los 45 a 60 años, dependiendo de la región en la cual se vivía.

Los anales históricos se han enriquecido en los últimos 50 años. Los avances científicos y tecnológicos han revolucionado disciplinas de estudio y prácticas tan importantes como la medicina y la comunicación. Si tiene más de 30 años, deténgase por un momento en este renglón y piense en las agresivas aplicaciones de las ciencias para el bienestar del hombre y la mujer común que se han dado en últimos 20 años. Las posibilidades de salvar y prolongar vidas mediante conceptos científicos modernos: los trasplantes de órganos, por ejemplo. En las comunicaciones: el celular y la Internet han redefinido nuestras vidas y nuestro desenvolvimiento diario en sociedad.

Estos y otros logros de la humanidad, a pesar de los que han intervenido muchas veces para detener ese avance, muchos endilgando sus creencias esotéricas, son el resultado de cientos de miles de personas con diversos pensamientos sobre la vida, la espiritualidad y la fe. Eso es lo importante a la hora de considerar el valor de las celebraciones en el marco más amplio de la humanidad.

Sobre el nacimiento de Jesús, el giro que ha tomado el proceso y la preparación para su celebración en las últimas décadas es muy cuestionable. En los centros comerciales no se cabe y no hay estacionamientos. El tránsito vehicular es difícil en toda la ciudad y alrededores

Después de las valientes protestas contra la minera y la minería, al parecer regresamos a una conducta poco productiva en el marco del significado de estas celebraciones. Los empresarios golosos por llenar sus bolsillos vendiendo falsas alegrías y el panameño común gastando lo poco que ha podido ahorrar o inicia un periodo intenso de endeudamiento.

A pesar de todo, no me cabe la menor duda que muchas personas — en lo más profundo de su existencia— llevan los deseos de paz y buenaventura para los suyos y para todos los seres sobre la tierra. Esa frase que muchos expresamos el uno para el otro, pero sin la profundidad reflexiva necesaria. Que haya paz sobre la Tierra y un futuro promisorio para todos.

El autor es comunicador.

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