• 05/09/2022 00:00

Entre piezas cambiantes de dirección

Claudicar a un partido político no conlleva la misma razón que tienen todos los que hayan decidido hacerlo. No se distraiga con evocar el tiempo o la historia de trasfondo, si el presente no le acompaña a su hoja de vida.

Claudicar a un partido político no conlleva la misma razón que tienen todos los que hayan decidido hacerlo. No se distraiga con evocar el tiempo o la historia de trasfondo, si el presente no le acompaña a su hoja de vida. El solo hecho de inscribirse a una precandidatura por la libre postulación, de por sí, lleva tallas definidas que con los meses a algunos les entallará cada vez mejor y a otros, ¡ya usted sabe! —Es un nuevo patrón que evoluciona por defender a la patria, versus, a los que van rumbo a unas primarias, que los posicionan tal peón en desventaja, por evadir el sentir ciudadano. —Serán los nuevos precandidatos que ya están posicionados en la meta, bajo confusas reglas de un sistema que se supone está a la vanguardia “democrática”. Darán la movida perfecta.

El hastío, que ha quedado en la sociedad luego del cese de la huelga, guarda todas las piezas, de un “partido frustrado”. Lo asemejo al juego de ajedrez, donde Gambito de Dama, se quedó sin abrir espacio a la pieza más importante, tal cual reina, que debió sacrificar a otra pieza para conseguir esa compensación. Evidentemente, quien debió dirigir, se confió y no se sentó al otro lado de la mesa.

Ciertamente, la palabra corrupción, eje de todos los problemas, empujó a ciertas piezas a cambiar de dirección. Lo que nunca se pensó que fueran más de 1,600 precandidatos subiendo las escalinatas frente a la estatua del expresidente Ernesto de la Guardia, testigo fiel de la preocupación ciudadana con determinación por defender las reformas electorales.

Reformas que el Tribunal Electoral mezcló el raciocinio de sus trámites. Cambios de estructura por requisitos a postulación independiente eran recurrentes. Entre esos, una norma que prohibiera a miembros de partidos políticos postularse sin renunciar al mismo y sus miembros pudieran apoyar bailando de ambos lados.

El 2% de adherentes, que es el mismo porcentaje para formar un partido político, es el mismo para ser candidato por libre postulación. Y es el mismo partido con derecho a postular a 71 candidatos a diputados, a 70 candidatos a alcalde y a 700 candidatos a representantes de corregimiento con sus suplentes. Conlleva una desventaja para los candidatos de libre postulación, pero que a todas luces están llamando la atención a un ciudadano por miles de firmas, creciendo así la demanda electoral.

El artículo 365, que incluye el Código, limita a tres las candidaturas de libre postulación, argumento defendido por el TE, por la proliferación de candidaturas. De ser imposible incluirlos a todos en la boleta electoral, se les dificultaría el trabajo para el conteo de votos.

Claro está que la norma no se apoya en sí misma, contradice al artículo 146 de la Constitución, sin perjuicio de la postulación libre. Donde relevar el papel de los partidos, no están por encima del derecho que tienen todos los ciudadanos, que incluyen a los inscritos para postularse.

En el ambiente huele a desigualdad. El deliberar de los precandidatos por libre postulación se ha visto envuelta a cambios electorales que no les hacen justicia. No son equivalentes a las condiciones que se les han impuesto. Requieren cambios de métodos de recolección de firmas, aunque tengan hasta el 31 de julio del 2023.

Admitamos de admirable el gran porcentaje que se atrevió a la participación con las reglas que se les dieron. —El efecto, rebote puede llegar a los partidos políticos tradicionales. La ventaja ni credibilidad, aún al amparo del sistema, no compra al país. Existe un panorama diferente que les hará pasar la mano por la cara de preocupación, encarando a una crisis de una sociedad que se ha ido organizando con sentido patriótico. Una Coalición Vamos; Gran Alianza por Panamá; Sociedad Civil y Organizaciones que son representaciones amplias de una nación golpeada.

En la infinita diversidad de candidatos, caminar entre ellos puede confundir. ¡No hay tiempo para eso! Todos conocemos al buen panameño que resalta en medio de tantas piezas.

Todo evoluciona y nuestro apoyo así debe ser si de verdad queremos un cambio. -Investigue, sígale los pasos, búsquelo en las redes. La tecnología hoy va de su mano y de hecho a futuro censo, ¡Panamá seguirá siendo un pañuelo! —Escúchele, pregunte sus propuestas, debátalo. ¡Conózcalo, no hay excusa! —Los que necesitan más que usted es prioritario. Esa consciencia es responsable al firmar. ¡Esa es la esperanza!

La información que grabamos de un Panamá en corrupción, ya está en nuestro subconsciente y resurge cada vez con acontecimientos difíciles en nuestras vidas, que dan un pantallazo de las palabras e imágenes relacionadas con la huelga. Tras esos eventos de un lenguaje que habla de dolor, crece un rencor que imposibilita ver un cambio, cuando el tema de las elecciones vuelve. Entre esas piezas que van cambiando de dirección, nos toca aprender las estrategias. -O mejoras tus piezas o restringes las de tus oponentes. En ambas acumulas ventajas, a medida que le abres espacio a la mejor pieza.

Ojalá la implementación del ajedrez como disciplina educativa, sea una acción acertada por la Ministra de Educación. La noticia migra a este mes de septiembre, bajo decreto ejecutivo. A través de esta ley, se podrá dar un giro analítico a nuestros estudiantes. Quizás así, antes de acabar este periodo, el Ejecutivo pueda sentarse en un partido y más seguro al otro lado del tablero, emita su mejor movida. ¡Jaque!

Periodista
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