• 13/08/2023 00:00

En política, no existen enemigos, sino futuros aliados

“Al desterrar la mentalidad de enemigos y abrazar la idea de futuros aliados, estamos construyendo un mañana más brillante y un legado de progreso para las generaciones venideras”

La riqueza del pensamiento reside en la multiplicidad de opiniones objetivas, que se refugian en un enfoque beneficioso para la colectividad. No obstante, es importante reconocer que las diferencias entre distintos grupos son inevitables, ya que sería poco realista aspirar a una completa uniformidad.

Sin embargo, llegar al extremo de menospreciar a otros simplemente por aspirar a una posición que alguien más ocupa en ese momento contradice los principios fundamentales de desarrollo y beneficio para las naciones.

En Panamá, cada cinco años presenciamos cambios en las políticas públicas, ya que cada nuevo líder llega con su propio conjunto de soluciones, a menudo desconociendo las buenas acciones implementadas por sus predecesores. Esta falta de reconocimiento puede ser vista como un error motivado por la arrogancia.

Estamos actualmente en un periodo de alianzas políticas, las cuales deberían basarse en la coincidencia de pensamientos y proyectos en beneficio del país. En política, no deberían existir enemigos, sino más bien potenciales aliados. Esta mentalidad fortalece los procesos democráticos, fomenta una variedad de perspectivas y equilibrios, y reduce la tendencia a la sumisión acrítica.

Sin revelar nombres específicos, es previsible que algunos grupos se fortalezcan mediante alianzas, mientras que otros podrían verse debilitados, debido a divisiones internas. Otros actores políticos podrían persistir en su soledad por motivos de prepotencia, mientras que unos más podrían unir fuerzas y, al mismo tiempo, desafiar las normas convencionales.

En un mundo político donde las alianzas trascienden las divisiones y donde la diversidad de pensamiento es la piedra angular, Panamá se alza como un posible ejemplo inspirador. Recordemos que la grandeza de una nación no radica en sus líderes individuales, sino en la capacidad de su gente para unirse en pro del bien común. Al desterrar la mentalidad de enemigos y abrazar la idea de futuros aliados, estamos construyendo un mañana más brillante y un legado de progreso para las generaciones venideras. Juntos, como estadistas en la forja de nuestra nación, estamos tejidos por un compromiso compartido con la excelencia y la unidad.

Consultor y estratega.
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