Nuestro Congreso, nuestro PRD

Cuando leemos los múltiples comentarios que a través de las redes sociales comparten compañeros de las distintas corrientes ideológicas que forman parte del Partido Revolucionario Democrático (PRD), nos queda una gran interrogante sobre nuestro destino político. ¿Podremos superar las ofensas, las campañas negativas o se acentuarán nuestras diferencias?

Somos muchos los delegados que nos postulamos para participar en este proceso interno, porque aspiramos a transformar nuestro país, a que nuestra voz responda a la voluntad de las bases, que fueron quienes depositaron su confianza en un criterio maduro y equilibrado frente al rumbo del PRD el pasado 31 de julio.

Quienes participamos en esta contienda interna constatamos que para tener el honor de ser electo, se requiere un gran esfuerzo: tocar puertas, conversar, convencer y ahora resulta que algunos candidatos quieren por teléfono pedir el voto, y adicional no lo hacen ellos, sino a través de una tercera persona.

Tomar conciencia de hacia dónde vamos, quiénes son los mejores y las mejores, porque debemos aspirar a un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) con participación y visión, ante todo, ya que no existe democracia sin la participación de las mujeres.

Estamos en un momento histórico, hemos pasado por dos dolorosas derrotas electorales, los jóvenes tienen sed de participación, las mujeres están comprometidas, como siempre lo hacen sacrificando su familia, su tiempo, por sacar adelante un proyecto político de justicia social.

La ciudadanía aspira al entendimiento, a un PRD que se conecte con la gente, con las situaciones reales, que aportemos en la construcción de mejores días para Panamá.

El Congreso del 30 de octubre no solo pasa por una elección interna, su resultado marcará el posible fortalecimiento de una opción electoral importante y que haciendo un trabajo incluyente donde los delegados y las bases tengan su valor, porque no tenemos precio, tenemos compromiso social.

La renovación es importante, retomar el Torrijismo no en discurso, sino acciones. No usemos una imagen, construyamos el partido que Omar Torrijos legó para esos hombres y mujeres que con decisión lo fundaron.

El PRD no debe ser un partido electorero, sino un partido con ideales, con metas claras. A eso aspiramos muchos, el PRD no tiene dueño, todos somos PRD y tenemos la oportunidad y voluntad de erradicar las malas prácticas.

Este es el momento de darle dirección al PRD, no son primarias, necesitamos un CEN institucional.

De aquí al 30 de octubre, hagamos un examen exhaustivo, y los candidatos busquen el voto cara a cara con los delegados, ustedes son valiosos, los delegados también.

La juventud y las mujeres PRD en esta contienda son otros de los actores que determinan un punto clave en la elección de autoridades, por eso califiquemos méritos, capacidad, compromiso.

Que la chequera no controle un voto, usted vale, las bases le dieron una responsabilidad, hagamos honor a ese compromiso.

Renovar es el camino, porque como lo dijo el general Omar Torrijos Herrera, ‘no es jefe el que quiere mandar, que nuestro pueblo no acepta grados; acepta jerarquías morales, acepta la jerarquía del ejemplo, acepta la jerarquía de la valentía '.

DELEGADA AL CONGRESO DEL PRD.