• 30/04/2010 02:00

La quinta constitución

Después de encendidos debates en la Convención Nacional Constituyente, la Junta de Gobierno Provisional, el 15 de Febrero de 1904, promu...

Después de encendidos debates en la Convención Nacional Constituyente, la Junta de Gobierno Provisional, el 15 de Febrero de 1904, promulgó la Primera Constitución Política de la República, la cual estuvo vigente por más de 36 años, con modificaciones mediante actos reformatorios durante los años de 1915 hasta 1928.

El Dr. Arnulfo Arias Madrid promulgó la segunda Constitución, el 2 de enero de 1941. Durante su vigencia no sufrió reforma.

El 9 de octubre, el Dr. Arias fue derrocado por su Ministro de Gobierno don Ricardo Adolfo De La Guardia, con respaldo de la Corte Suprema de Justicia, asumiendo, el Sr. De La Guardia, la Presidencia en calidad de Ministro Encargado de la Presidencia y gobernó hasta 1945 cuando llamó a una Constituyente y ésta designó a don Enrique Adolfo Jiménez Presidente de la República, aprobándose la Tercera Constitución, sufriendo actos reformatorios desde 1956 hasta 1965 y con una duración de más de 26 años.

Miembros de la Guardia Nacional, el 11 de octubre de 1968, derrocaron al Dr. Arnulfo Arias Madrid, electo por tercera vez a la Presidencia de la República. Asumieron el control del gobierno, y el General Omar Torrijos Herrera dirigiendo la organización castrense, convocó a una Asamblea Popular compuesta por un representante de los 505 representantes de Corregimientos de la geografía nacional. Convertidos en Asamblea Constituyente aprobaron la cuarta Constitución que entró en vigencia del 11 de Octubre de 1972.

Las reiteradas reformas a la Constitución han producido debates controversiales, llegándose a la conclusión de no hacer más “emparches o remiendos” a la Carta Magna. Todas las Constituciones que han normado nuestra vida, republicana y militarizada, han sido creadas bajo los parámetros y condiciones de los gobiernos de turno, ajustándolas a los intereses personales y político de éstos. Panamá se enfrenta a una necesidad insoslayable de una nueva Constitución donde todos aportemos, sin distingos de ideologías políticas o clases sociales, nuestro apoyo para cristalizar una necesidad y ajustarla a los requerimientos de los tiempos modernos y condiciones futuras de desarrollo y progreso, borrando aspectos constitucionales enmarcados en el régimen militarista.

Debemos elaborar una Carta Magna con lineamientos donde impere la igualdad, justicia social colectiva y un futuro con denominador común en beneficio de todos, y el establecimiento de una verdadera separación de Poderes, eliminando el presidencialismo actual.

¿Es posible que asociaciones gremiales de abogados, empresariales, comerciales, magisteriales, de obreros y profesionales gestionen contratar a constitucionalistas y redacten, por separado, los puntos de interés para ellos y luego de su divulgación y promoción sean sometidos a un análisis y consulta pública para extraer de cada uno las mejores recomendaciones que permitan la creación de nuevas leyes que normen la vida constitucional, legal y administrativa de la República?.

En consecuencia la nueva Constitución no estaría acondicionada a los intereses del gobierno, sería la sociedad civil, empresarial, la clase obrera y la política la autora de nuestra Carta Magna, sujeta a verdaderas normas democráticas donde no existan poderes únicos, donde la Corte Suprema de Justicia, la Asamblea de Diputados no sigan los lineamientos del partido que representan o el manejo y control del Ejecutivo, incluyendo la Reelección presidencial, la elección de Magistrados, gobernadores, diputados, representantes y concejales por períodos determinado. El poder emana del pueblo como único soberano del país.

*El autor es historiógrafo. escritoramador@gmail.com

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