• 20/01/2010 01:00

Reformas efectivas y democracia participativa

A finales del año pasado, el Tribunal Electoral, mediante el Decreto N° 28, de 9 de diciembre de 2009, creó la Comisión Nacional de Refo...

A finales del año pasado, el Tribunal Electoral, mediante el Decreto N° 28, de 9 de diciembre de 2009, creó la Comisión Nacional de Reformas Electorales, para el 2010.

Comisión que, según el Decreto en referencia, tendrá bajo su responsabilidad, entre otras, analizar las quejas e imperfecciones detectadas durante las últimas elecciones generales del 2009, así como hacer propuestas novedosas de medidas correctivas que perfeccionen el sistema electoral y preparar el proyecto de ley de reformas electorales —que requiere el país— para las elecciones generales programadas para el 4 de mayo del 2014.

El jueves 14 de enero medios informativos anunciaron la instalación de dicha comisión, integrada por representantes de partidos políticos constituidos y representantes del Foro ciudadano Pro Reformas Electorales, quienes tendrán derecho a voz y voto; además, miembros del Tribunal Electoral, quienes solo ejercerán el voto en caso de empate en las decisiones.

La acción emprendida es saludable, toda vez que es responsabilidad del Tribunal Electoral, como ente fiscalizador eleccionario, garantizar que esos procesos se desarrollen con equidad y eficacia, a fin de permitir la emisión de un sufragio popular libre y transparente.

El voto es una expresión genuina de la consolidación de las democracias. Sin embargo, en Panamá, al igual que en el resto de los países latinoamericanos, producto del malsano propósito de partidos políticos tradicionales de anteponer sus intereses a los de la población, se producen severas crisis de credibilidad.

Esta situación ha dado como resultado que el caudal de votos retenidos históricamente por estos grupos políticos, haya volcado su preferencia a la elección de nuevas figuras o grupos no identificados con la política tradicional, en busca de nuevas alternativas que les permitan alcanzar sus aspiraciones, de una sociedad justa y equilibrada que proporcione una mejor calidad de vida.

El voto castigo otorgado en las pasadas elecciones, a los partidos tradicionales, es reflejo de la frustración vivida por el electorado. Sanción aplicada por la incapacidad de los gobernantes para dar solución a las demandas de la ciudadanía. La imagen de los partidos políticos está deteriorada, y cae en picada, debido a la inexistencia de personas con credibilidad, honestidad, humanismo, sentido común y vocación de servicio público, líderes natos.

La población está cansada de pan y circo. Ya se es consciente de la obligación de una transformación en el sistema electoral, que encamine el proceso a la escogencia de los mejores hombres o mujeres para dirigir el patrimonio Nacional.

Quien sea electo(a) presidente(a) debe haber logrado más del 50% de los votos escrutados, de lo contrario ir a una segunda vuelta para asegurar la representación nacional. También debe honrarse la libre postulación (y sin traumatismos), para no seguir violentando el mandato constitucional, que instituye el derecho de elegir y ser elegido. Igualmente, conferir la práctica de la revocatoria de mandato oportuna, por el pueblo, a fin de lograr la transparencia, honestidad y eficacia en el manejo de la administración pública, como mecanismo para legitimar y consolidar la democracia participativa.

*Economista y educadora.diostesalvepanama@yahoo.com

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