• 14/04/2020 00:00

El regreso del carroñero

“Presidente Cortizo, estamos apoyando solidariamente los permanentes llamados que su Gobierno hace para tratar de parar la pandemia. Es preciso que usted le hable claro a esos carroñeros”

Con toda la incertidumbre suscitada en Alemania tras el horrible descalabro de la Primera Guerra Mundial a inicios del siglo XX, aprovechándose de la desesperación del hambre y la autoestima de su pueblo, floreció el nacionalsocialismo de Hitler. Eran tiempos malos para Alemania, porque fue obligada por el Tratado de Versalles, que consagró el final de la guerra, a pagar miles de millones a quienes la habían vencido.

Era la carroña del conflicto bélico, que alentó la emergencia de un loco como Adolfo Hitler e hizo que el nazismo emergiera con la nueva fuerza de la alicaída potencia germana. Hay quienes, aprovechándose de la miseria humana, construyen medias verdades y grandes mentiras, para lograr los propósitos que persiguen. Les importa un bledo el daño colateral que puedan causar en el logro de sus objetivos. Los tantos muertos de ese conflicto bélico sirvieron de semilla para las locuras del Führer. Carroñero también se le dice a un hombre vil y malvado.

Igual nos está pasando con la crisis del virus respiratorio. No hay manera de ocultar que Panamá no tomó las medidas necesarias requeridas cuando se supo el inicio del virus a mediados de enero. Quizás los carnavales se debieron suspender. No es un secreto que con la llegada de un nuevo Gobierno se destituyen muchos profesionales, inclusive de la salud, que nos hacen falta. Tampoco es un secreto que los Gobiernos, y este no es la excepción, han sido muy mezquinos en cuanto a aprobar presupuestos de las entidades encargadas de la salud y la educación para poder crear más espacios políticos.

Sin embargo, lo que es inaceptable en esta crisis es la falta de solidaridad que existe en algunos panameños. No sé si aplicarles lo de carroñeros también. Decir que es más importante salvar la economía que salvar vidas en una cuarentena donde no se puede trabajar, es equivalente a decir que Hitler tenía razón en sus campañas criminales de exterminio de los judíos como sus vidas careciesen de valor, ¿o es que, para esos voceros desconocidos de grupos empresariales, ganarse un dólar tienen más valor que salvar una vida?

La carroña no la vemos solamente allí. Gracias a las redes sociales y a algunos medios informativos se ha dado a conocer a otros carroñeros que, aprovechándose de la crisis de la pandemia, buscan satisfacer sus apetitos personales con contratos chimbos en entidades como la Caja de Seguro Social que deberían estar solo pensando en cómo resolver el problema de la pandemia. O de aquellos políticos del Gobierno que pretenden obtener provecho de la miseria del pueblo para su propio beneficio. Es como si esa miseria fuese la carroña que esperaban para seguir demostrando su falta de solidaridad y compromiso.

Presidente Cortizo, estamos apoyando solidariamente los permanentes llamados que su Gobierno hace para tratar de parar la pandemia. Es preciso que usted le hable claro a esos carroñeros. El país requiere de solidaridad y no de indolencia. En estos momentos de crisis es cuando más transparencia debe haber en el uso de los recursos públicos, sobre todo cuando lo escuchamos decir que la recaudación de los ingresos públicos ha disminuido en 50 %.

Dígales un NO rotundo a esos carroñeros, de bando y bando, que tanto daño hacen a su gestión.

Abogado
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