• 02/08/2014 02:00

Retrato escrito de la corrupción

Tras las evidencias que han salido a relucir, una vez concluidas las elecciones del 4 de mayo, observamos trasferencias millonarias

El término Corrupción, que equivale a tantos como: descomposición, sobornar, putrefacción, falsificar, dañar, podredumbre, echar a perder, depravación, perversión, vicio, prostitución, envilecimiento, deshonestidad, alterar, trastocar, fastidiar e incluso oler mal, no es nuevo en nuestro país.

Basta con repasar algunos medios escritos de 6, 12, 15 o más años y recordaremos los grandes escándalos que se han sucedido y han estado a la orden del día en nuestra historia. Lo más alarmante es que no hemos visto ningún castigo a este flagelo. Es un asunto que cada vez más preocupa a los panameños, por la alta percepción de la misma, al advertir que el gobierno pasado practicó, incrementó, fomentó, estimuló, en fin desarrolló en proporciones inimaginables la corrupción, convirtiéndola en una razón y forma de administrar la cosa pública.

Tras las evidencias que han salido a relucir, una vez concluidas las elecciones del 4 de mayo, observamos trasferencias millonarias para favorecer determinados candidatos a diferentes puestos de elección, así la ciudadanía confirmó las suposiciones. Esto me hizo recordar un libro leído un tiempo atrás: Retrato escrito de la corrupción, del sociólogo Raúl Leis (q.e.p.d), publicado en el 2009 y en el que explica la complejidad de este cáncer, al que se refiere como ‘un sistema de comportamiento’, de carácter ‘fáctico (colectivo o individual)’. En tres capítulos Leis hace una fotografía de la corrupción, como realidad desafiante y expresada en conductas negativas, ofensivas, delictivas y perjudiciales, no solo por la infracción a las normas, —ilegalidad—, sino por la transgresión de los valores —ilegitimidad—; también enumera puntualmente sus modalidades ‘corrupción social, corrupción privada y pública, delitos de cuello blanco, corrupción administrativa y política’.

Las conductas manifiestas en todas estas formas causan un gran perjuicio a la sociedad, pues en lo económico, por ejemplo, una parte significativa de los recursos públicos se dirigen de maneras disfrazadas o no hacia esos actores, para provecho personal, que bien pueden ser utilizados para resolver algunos de los múltiples problemas sociales vividos a diario y que son causas de miseria y hambre.

Continúa diciendo que ‘la corrupción tiene muchas caras y no es generalmente un acto aislado... El agente desencadenante es el grupo o persona que tiene poder económico y político’, pues los hechos o decisiones no se dan por separados, sino que envuelven a diferentes personas integrándose ‘las redes de corrupción’.

En ‘el qué hacer frente a la corrupción’ nos plantea una agenda mínima que incluye ‘investigación objetiva y el castigo..., en especial a los transgresores graves’... generar procesos de movilización cívica y ciudadana, auditoria social y control ciudadano’. Nuestro interés es recomendar que este libro se constituya en una lectura obligada para nuestro pueblo, porque nos ilustra claramente sobre un problema tan grave y de gran vigencia, que si no tomamos acciones para detenerlo, seguirá carcomiendo nuestras entrañas mismas hasta llegar al corazón y paralizarlo; lo que nos obliga a tomar acciones para empezar a eliminarlo. Para los interesados pueden conseguir el libro en http://library.fes.de/pdf-files/bueros/fesamcentral/07607.pdf

Concluyo diciendo que, de manera general, la corrupción que tiene lugar en los poderes económicos y políticos son actos ilegales, inmorales, libres y consciente, pero sobre todo, inhumanos.

*DOCENTE UNIVERSITARIA.

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