• 27/07/2025 00:00

¿Te montas o te bajas?

¿A que niño no le gusta montarse en un carrusel o tiovivo, como prefieran llamarlo? Por años es uno de los juegos preferidos en las ferias de pueblo de los más chiquitos de la casa y uno los ve felices y gozando, cuando de verdad están convencidos de que están arriba de un caballo.

Estoy empezando a creer que de verdad así nos tratan algunos políticos y comunicadores sociales, cuando dan un informe o hablan sobre alguna propuesta o peor aún, cuando se achacan alguna construcción o edificación que ni pensaron ni iniciaron ellos, pero que al final la terminaron entregando y, gracias a la astucia de quien escribe sus discursos o notas de prensa y, de la inocencia de quienes los leen o escuchan, terminan vendiendo que son los salvadores de la patria.

De igual manera siento que, a veces, nos ven las caras de bobos (no se deben escribir improperios en medios serios) y se llegan a convencer de que los 4 o 5 gatos que los aplauden, se están creyendo todos los que les dicen.

En esa “colada” podríamos colocar a la devolución del canal, la construcción de un puente al cual prácticamente no se podía llegar, la ampliación del canal, la construcción de una ruta del metro que no era la que más se necesitaba y así sucesivamente, podría seguir todo el día listando proyectos u obras que se ciñen a la descripción inicial.

Debo asumir que al leer este artículo de opinión habrá quienes corran a “defender” a esos que se achacaron los referidos proyectos o sencillamente empezará la tradicional descalificación y ataque a quien se expresa, ante la falta de argumentos con los cuales discutir.

Lo más probable es que haya varios que preferirían bajarse del llamado carrusel en que los han montado, algunos comprando sus propios boletos y que, de antemano, estaban convencidos de que pagando lo que pagaron, podrían repetir las vueltas compradas.

Pero es que el país no es un carrusel, ni hay la musiquita tradicional que lo acompaña. Más bien, apenas llevamos un poco más de un año y este gobierno se ha tenido que enfrentar a muchas decisiones, las cuales ha resuelto, algunas muy acertadamente, aunque varios de los gurús de comunicaciones vendan lo contrario y con otras tienen bastante “tareas” pendientes y con las cuales podrían darle una mala nota sin no las culminan, al menos de manera razonable.

Desde mi balcón, no es procurando dejar una obra insignia como pasarán a la historia. Más bien, tenemos muchísima tela que cortar. Si escuchamos las declaraciones de algunos de los principales actores que participaron en un foro logístico la semana pasada, hay muchos pendientes de realizar.

No puede ser que en nuestro país se sienta que nos podríamos estar quedando rezagados con respecto a algunos de nuestros vecinos y sigamos protegiendo intereses de terceros para el desarrollo portuario a nivel nacional. Aplaudimos la decisión de la Corte Suprema de Justicia en darle una luz verde de partida al esperado proyecto cerca a David, pero la industria requiere de mayor capacidad en el lado pacífico del canal, como se ha mencionado por ejemplo con el puerto en el área denominada Corozal.

No puede ser que desde la presidencia de la república se trate de hacer crecer la industria logística y turística en todo el país y haya “autoridades y agencias” del propio gobierno poniéndole zancadillas a precisamente estas mismas industrias, que son, sino el primero, uno de los 3 primeros rubros de crecimiento para el país.

El gabinete logístico debe fortalecerse con más participación de los gremios e industria privada como sucedía anteriormente. Se debe dar la banderilla de salida a varios proyectos portuarios; se debe acelerar la apertura del nuevo puente sobre el canal y del túnel para que la ruta del metro pueda atravesar nuestra principal fuente de ingresos. No solo porque lo necesitan los residentes al oeste de la ciudad capital, sino porque quienes están involucrados en los negocios de logística y por ende el país así lo demanda.

Es una realidad que todos debemos meter el hombro, pero hay muchas veces en que el gobierno debe ayudar facilitando las cosas. No puede ser que quienes diseñan la estrategia de estado están en el camino correcto para crecer, pero abajo hay funcionarios en otras dependencias que procuran entorpecer todo lo que se haga, ya sea para quedar bien o porque “todos somos ladrones hasta que se compruebe lo contrario”.

Me niego a aceptar esta última alternativa, pero si estoy seguro de que, de seguir esta práctica, habrá varios que se irán a montar en el carrusel del progreso en otros lares y eso sería catastrófico para Panamá.

*El autor es analista político y dirigente cívico
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