• 01/11/2021 00:00

Tiempos de reflexión por la Patria

“Amo esta Patria y quiero que sea fuerte y productiva para todos, pero con la dignidad de su historia. […] cuál de los dos escenarios preferimos para avanzar: la que nos unió al final del siglo XX o la que evidentemente nos amenaza como Nación”

Hoy, inicia una semana de celebraciones patrióticas muy diferente a los años antes de la pandemia por el SARS-CoV-2, aún cuidadosos y de alguna manera recogidos. Habrá dianas, eventos para que algunas Bandas Independientes desahoguen sus energías y para que politiqueros y autoridades en las comunidades ocupen sus escenarios locales para proteger sus espacios clientelares. Hubo una gran cantidad de citadinos que se han trasladado hacia el interior del país para aprovechar los días libres. Pero estoy seguro de que, para muchos, celebrar estas efemérides se da bajo una sensación de indescriptible decepción. Yo soy uno de esos.

Dice Rubén que “Patria son tantas cosas bellas”, la patria poética, la emocional… tal vez la del recuerdo muy lejano. Para entender y quererla tienen que ir más allá de las oportunidades de llegar y poner un negocio. De sacarle un millón de dólares en el matraqueo y el juegavivo, aunque muchos solo lo vean así; los que han amasado fortunas aprovechándose del Estado y, en el proceso, sentir orgullo por las limosnas que se vanaglorian en dejarle a la población.

Esta Patria era de una dignidad que ya no percibo, se ha ido esfumando con el tiempo. Para mencionar algunos episodios, era (en pasado) la Patria de los que salieron a defender la dignidad nacional el 12 de diciembre de 1947 (en rechazo a los convenios Filos-Hines), los miles de compatriotas organizados en la gloriosa Federación de Estudiantes de Panamá, así como el Frente Patriótico de la Juventud, el Magisterio Panameño Unido, la Asociación Nacional de Educadores y la Unión Nacional de Mujeres, entre otras organizaciones.

Este país es, porque hace 63 años, el 3 de noviembre de 1958, un número plural de patriotas (diputados -de otra razón histórica-, profesores, profesionales y estudiantes) tuvieron la osadía de ingresar y recorrer las calles de la Zona del Canal, vedada a los panameños, enarbolando la bandera nacional.

El gobernador de la Zona no le prohibió el paso al primer grupo que ingresó en el área canalera; pero luego recapacitó y le impidió la entrada a un grupo posterior de panameños que intentaron unirse al evento reclamación soberana. Se convirtió en un evento violento de reclamación soberana.

Esta Patria FUE de los mártires del 9 de Enero de 1964, como dice Rubén en su canción y que aún gritan entre un silencio que se hace más profundo: “Bandera, Bandera, Bandera”, en medio de la opulencia, los rascacielos y los sobrecostos. Y esta Patria es lo que es porque a esa gesta de enero del 64 se sumaron cientos y cientos de panameños que, sin celulares, Twitter ni Facebook, se lanzaron a la calle y pusieron el pellejo en defensa del honor y la dignidad nacional. Ahora, esos espacios ganados con sangre y muerte, lo profanan los que “bailan y perrean”, como una irrespetuosa gracia sin consecuencias.

El sentido de Patria y la consolidación de este país como ente independiente se debate hoy entre evidentes eventos de corrupción; marcadas desventajas sociales, aunado a las fallas de nuestro sistema educativo, el pobre papel de los medios de comunicación en el deterioro de nuestra identidad nacional y social y la falta de políticas culturales definidas. La presunta incursión de grupos delincuenciales en las cosas del manejo y control del Estado es de suma preocupación.

Esta semana es importante reflexionar no solo sobre los eventos de separación e independencia. Miremos todos aquellos acontecimientos que muchos no quieren recordar; y, los que llegan por primera vez no tienen idea de que se dieron para que esta tierra pudiera ser verdaderamente libre e independiente.

El sonido de la caja registradora, como decía Omar Torrijos, es lo que nos guía por los senderos del futuro, hay quienes seriamente quieren desaparecer el pasado. A los muchachos solo se les habla de país de “primer mundo”, desarrollo tecnológico e innovación y la memoria histórica es un cliché de moda.

Tengo serias dudas de que podamos recobrar ese sentido de pertenencia patriótica, más allá del fútbol y la Marea Roja. Amo esta Patria y quiero que sea fuerte y productiva para todos, pero con la dignidad de su historia. Es importante la reflexionemos sobre cuál de los dos escenarios preferimos para avanzar: la que nos unió al final del siglo XX o la que evidentemente nos amenaza como Nación.

Comunicador social.
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