Tilapias

La vida es como una gran fiesta, donde todo es como el cielo y el mar que, además de maravilloso o espléndido, puede convertirse en algo fugaz y peligroso para la humanidad, la cual puede ver amenazados sus recursos naturales, así como su sustento económico.

Nuestra biodiversidad alcanza niveles estables en comparación de otros países de Latinoamérica y el Norte; pero el hombre todavía sigue con procedimientos rudimentarios, que no permiten el avance de algunos grupos, especialmente del hombre campesino.

Sin embargo, hay otras personas que han aprendido los procedimientos científicos y acuícolas para preservar y cosechar eficazmente algunos productos del mar y criarlos bajo estándares de calidad exportadora que permite el sustento de sus hogares.

En Panamá unas 1,500 familias dependen de la economía informal, a través de la pesca y el cultivo acuático de tilapias en un área de 3,812 hectáreas, en el lago Gatún o del Canal.

Pero desde el año 2005, la ACP tiene la potestad de concesionar el uso de aguas en áreas que están bajo su administración; sin embargo, establece el desarrollo de una actividad acuícola que supuestamente es regulada por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida). En la convocatoria para desarrollar esta actividad se establece que antes de iniciar los trabajos, la empresa o cooperativa que reciba la concesión por un periodo de cinco años debe presentar un estudio de impacto ambiental ante la ANAM.

La tilapia es una especie marina fomentada en Panamá hace 38 años por el biólogo Lenín Sucre y tiene diferentes variedades como la Rebdalli (Mojarra), la cual es la más adecuada para los proyectos de exportación a EUA. En la actualidad, Panamá, con algunas granjas dedicadas a este negocio y otras de subsistencia, exporta unos 154,000 kilos de tilapia, representando egresos por el orden de los 900,000 balboas.

*Periodista.mrelis_13@yahoo.es