• 21/09/2016 02:00

Hasta luego tío Jaime

Me considero uno de tantos panameños afortunados que tuvimos el privilegio de conocer y compartir con Jaime Correa Morales

Me considero uno de tantos panameños afortunados que tuvimos el privilegio de conocer y compartir con Jaime Correa Morales. Y tuve la suerte, además, de que fuera el tío Jaime, hermano de mi padre, Juan Luis Correa Morales. Y. por esas coincidencias de la vida, fueron muchas las oportunidades y ocasiones que me permitieron conocerlo bien.

El tío Jaime fue un hombre excepcional. Un maravilloso esposo, súper padre y amigo de sus amigos. Si tuviera que escoger algunas frases para describirlo, diríamos que siempre se distinguió por su apego irrestricto a los valores y principios que le fueron inculcados por nuestros abuelos, don Juan Luis Correa Porcell y doña Leticia Morales de Correa. No cabe duda de que estos principios constituyeron el principal legado al cual se aferró a lo largo de su prolífica vida, tanto en el campo político como en el profesional.

Fue un distinguido miembro del Partido Molirena y desde esa trinchera participó activamente en distintas actividades del acontecer político nacional. Lo hizo con un alto sentido de fervor patriótico y se distinguió siempre por su comportamiento ejemplar a la hora de aportar su granito de arena por Panamá. En el campo profesional fue fundador de Bienes Raíces Correa, profesión a la cual le dedicó gran parte de su vida. Fue fundador también de la Asociación de Propietarios de Inmuebles y de Acobir y, a través de estas, trabajó con esmero y dedicación para reglamentar y formalizar esta actividad que tantos beneficios le ha dado a nuestro país. En ambas organizaciones demostró su gran capacidad gremial y les dedicó mucho esfuerzo, llegando a ocupar la presidencia. También se activó con determinación y coraje como presidente del Conep en aquellos tiempos difíciles, cuando las asociaciones empresariales jugaron un papel importante en el devenir político del país, durante la pasada dictadura militar.

Hombre inquieto y preocupado por su país, siempre nos aportaba ideas y manifestaba sus aprensiones sobre cualquier tema de interés nacional. Gran conocedor del lenguaje, dedicó horas de su tiempo y trabajo para plasmar su manera de pensar a través de los cientos de artículos de opinión que escribió en los más importantes medios escritos del país. Recientemente escribía para La Estrella de Panamá .

Amante de los caballos de paso peruanos, su pasión. Le encantaba pasar los fines de semana en su finca de Punta Barco desde donde crió a grandes campeones de esta fascinante actividad.

Jaime Correa Morales fue sencillamente un panameño ejemplar de los que ya quedan pocos. Lo recordaremos siempre por su don de gentes y por sus anécdotas e historias; pero sobre todo, por su caballerosidad y por haber sido un hombre de bien.

Hasta luego tío Jaime, vivirás para siempre en nuestros corazones.

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