• 15/03/2016 01:00

Cómo nos ven...

Recientemente recibí un escrito de un venezolano aconsejando a los venezolanos que están pensando venir a Panamá

Recientemente recibí un escrito de un venezolano aconsejando a los venezolanos que están pensando venir a Panamá sobre a qué deben estar preparados. En el escrito daba ocho características de nuestro país y nosotros para su conocimiento. En general, creo que nos tiene bien medidos, paso a comentárselas.

1. Primero, tienen que saber, dice, que el mercado panameño es pequeño, el PIB de Panamá es menos del 15 % del de Venezuela o Colombia. Con cuatro millones de habitantes, tenemos más o menos el 10 % de ellos allá. Tienes que hacer un ajuste mental por el tamaño nuestro contra el de su país de origen. Totalmente de acuerdo.

2. Luego saber que Panamá es un país culturalmente lento, no tienes las expresiones culturales de las grandes ciudades como Caracas, Bogotá, Maracaibo. Cierto, si en algo no hemos despegado aún es en la cultura. Aunque últimamente al menos nos están llegando conciertos de famosos y mejores presentaciones artísticas. Pero Panamá es cine y deporte. Pero hemos desarrollado una cultura de cafés, a toda hora podemos reunirnos solo para tomar café y conversar, de día o después de una salida nocturna.

3. Atención al consumidor, según el analista, hay que tener mucha paciencia en Panamá, quienes atienden al público no tienen apuro, se forman filas (colas) hasta en las cajas, la cajera tranquilamente detiene su trabajo para conversar con otro empleado. Yo le sumo que las primeras horas de la mañana son las peores, porque se tienen que poner al día de las novelas de la noche anterior, y los lunes los peores. La atención dista mucho de la de las ciudades de países grandes.

4. El ahorro del panameño le llamó la atención, compra al centavo y muchas cosas se venden todavía por centavos, el transporte por ejemplo en 0.35 en buses públicos. El panameño cree en el 0.99 en lugar del dólar.

5. El clima también es tema para prevenir al visitante, normalmente hay 9 o 10 meses al año de lluvia y lluvia fuerte, aunque normalmente no duran más de 1 hora y vuelve el sol. Para él los desagües en Panamá son excelente, no sé dónde los vio, para mí son un verdadero desastre. Al llover la ciudad queda paralizada por inundación. Lo que sí le llamó la atención y previene a los que vengan es por la cantidad de insectos, desde mosquitos etc.

6. Los servicios públicos dejan mucho que desear, son regulares cuanto más y la burocracia los hace ineficientes. La educación pública es pobre y recomienda enviar los hijos a escuelas privadas.

7. Costo de gasolina muy por encima que en Venezuela, sin comentarios.

8. Por último sugiere tener al menos B/15 000 por año para poder vivir en la capital, lo que evidentemente nos refleja el nivel de pobreza de nuestra clase media baja.

De sus comentarios, recojo lo que sí creo debemos hacer un esfuerzo por superar. La cultura, tenemos que empezar a respetar nuestra historia, los patrimonios históricos, los monumentos, poner más monumentos en parques, apoyar más las artes, darle recursos al INAC, Panamá no solo sobresale en deporte, podemos sobresalir en las artes.

Luego está el tema de la burocracia, algo que afecta al sector oficial y a la empresa privada. Hay que buscar más eficiencia en el trabajo, menos pérdida de tiempo en nimiedades y hacer valer más el tiempo del usuario y el consumidor.

La educación es un tema que todos aceptamos como en crisis, pero una crisis que viene desde los años cincuenta, donde quizá la solución pasa por un gran borrón y cuenta nueva, una nueva ley de educación y comenzar de cero con regulaciones claras para los nombramientos, nuevos currículums y un rediseño y reubicación de las escuelas siguiendo la realidad urbana de hoy. Pero, ¿se podría con los gremios de educadores?

Por último, a mi amigo venezolano que escribió su manual, le digo que le faltó lo más importante. Panamá tiene a los panameños, una raza en extinción, abierta al mundo, amigable, cariñosa, solidaria, con gran sentido de humor y además consciente de nuestras fallas, pero feliz. Para mí la presencia del panameño suple todas las deficiencias que vio, seremos lentos pero no nos amargamos por eso, hay mosquitos ¿y?, somos pequeños pero vivimos felices.

La verdad, no sé si yo podría vivir en una ciudad de seis millones o más, en un país de 50 millones de habitantes, son excelentes para visitar, pero ¿vivir allá? Extrañaría desde la cajera que no me atiende al mosquito que a veces no me deja dormir.

ANALISTA POLÍTICO.

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