• 01/04/2019 02:00

Los niños y la vida

Nosotros los niños del colegio King's College, queremos se construya nuestro centro de estudios en el bosque del Camino de Cruces.

Nosotros los niños del colegio King's College, queremos se construya nuestro centro de estudios en el bosque del Camino de Cruces. Nosotros como niños estudiantes, cuidaremos el medio ambiente. Sembraremos muchos árboles, y los veremos crecer sanos y robustos. Al término de doce años, cuando estemos para graduarnos de secundaria, realizaremos la ceremonia, del recuerdo de nuestra primera siembra por la vida del bosque. Cada árbol será cuidado con cariño y mucho esmero. Será un evento místico, nutrido de exaltación a los bosques de la tierra.

Nosotros los niños que hoy estamos viviendo en las áreas revertidas, agradecemos a las generaciones de adultos y de ancianos, presente y ya idos, que lucharon por la recuperación de la Zona del Canal, el habernos legado este maravilloso pulmón de la vida natural. Somos tan afortunados de vivir en medio de hermosos y floridos bosques, que juntos estamos luchando, al igual que con nuestros padres y abuelos, por conservarlos a toda costa, para las presentes y futuras generaciones de nuestra querida patria.

Los bosques canaleros, empezaron a recuperarse al término de la construcción del Canal de Panamá 1914. Bien entendido, la función del bosque fue para crear las condiciones propicias para el ciclo de las aguas. Ello es debido a que sin bosques no hay agua y sin agua no hay canal. Nosotros los niños de las áreas revertidas y de Clayton, al igual que ustedes estudiantes del King's College, todos somos hijos del bosque. Queremos que el bosque siga existiendo. Que sea eterno. Sus arroyos, las piedras, los animales, el susurro del viento, el cántico polifónico de miríadas de insectos, que como cocorrones, luciérnagas, grillos, ranas, aves canoras, se conjugan con los del mono aullador, o el chillido del águila harpía, que desde lo alto del dosel, se ensaña como soberana del bosque.

No son muchos los años que Panamá lleva administrando el Canal y ya se nota la devastación del bosque. Los Gobiernos de turno se han trazado por consigna vender lo más que se pueda de la antigua Zona del Canal. Donde habían árboles, ahora hay casas, edificios, calles, negocios, ruido excesivo, congestionamiento vehicular, alcantarillado colapsado, servicios eléctricos deficientes, roturas de líneas de agua, el caos del crecimiento urbano desmedido ha impactado a la Ciudad Jardín. Los parques nacionales, sus límites son irrespetados, se construyen vías de comunicación sin consulta ciudadana y sin miramientos hacia el ambiente con los tractores avanzando y demoliendo el bosque.

¿Es acaso todo esto progreso?

El propio colegio King's College, aunque sus alumnos digan que van a sembrar árboles, se pretende construir en medio de un bosque maduro. ¿Acaso ello tiene sentido? Devastar para luego sembrar de manera aleatoria unos cuantos árboles. En la vía Demetrio Lakas, entrada principal a Clayton, es exasperante moverse en vehículo todos los días para llevar a los niños a la escuela, o para ir al trabajo o simplemente para llegar a casa. Hay tres colegios, más el complejo administrativo del Seguro Social, al igual que nuevos enclaves habitacionales. Clayton es de locura vivir ahí. Directivos del King's College, la comunidad no quiere mil alumnos más. No cometan suicidio aniquilando el bosque del Parque Camino de Cruces. Por respeto a la naturaleza y a los moradores de Clayton, déjennos vivir en paz.

EXPLORADOR Y CONSERVACIONISTA.

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