Liderazgo

En la sociedad, las diferencias hay que verlas como algo normal. Lo malo es cuando quienes tienen el mandato de gobernar siguen viendo a sus adversarios como enemigos. Miopía y falta de liderazgo es lo menos que se les puede decir a quienes han caído en esa situación. En el caso del diálogo nacional que fue convocado por la polémica ley 30, es obvio que no va para ningún lado mientras sus actores se comporten como niños. Haciendo un paralelismo con una familia, en el diálogo los que faltan son los padres, porque sus hijos se están peleando sin que nadie ponga orden. Falta liderazgo de parte y parte. La vigencia de la Ley 30 es y será manzana de la discordia en este u otro gobierno, porque su concepción trastoca todo el orden legal. Para enderezar el entuerto hay que derogarla. Y es responsabilidad del gobierno tomar la batuta y pasar la página, dejando atrás esta polémica.