• 17/10/2025 00:00
Entrelíneas

Panamá, fuera de la confrontación entre dos potencias

Las declaraciones recientes del presidente José Raúl Mulino, sobre presuntas presiones ejercidas por la Embajada de Estados Unidos en Panamá hacia ciudadanos panameños vinculados a proyectos o relaciones con la República Popular China, invitan a una reflexión serena pero firme sobre el lugar que Panamá debe ocupar en el escenario internacional. Nuestro país mantiene una relación histórica, profunda y constructiva con los Estados Unidos, basada en el respeto mutuo, la cooperación y una larga trayectoria de amistad. Del mismo modo, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China, Panamá ha buscado fomentar vínculos económicos y culturales en beneficio de su desarrollo. Ambas relaciones son legítimas, soberanas y responden al interés nacional, no a intereses ajenos. En ese sentido, cualquier intento —directo o indirecto— de condicionar, amenazar o influir en las decisiones de ciudadanos o instituciones panameñas, resulta incompatible con los principios que sustentan el derecho internacional y la diplomacia moderna. La amistad entre las naciones no se construye sobre advertencias, sino sobre la confianza y el respeto recíproco. El mundo actual vive un reacomodo de fuerzas entre grandes potencias, pero Panamá no debe ni puede ser arrastrada a esa confrontación.

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