El objetivo principal de este equipo interinstitucional, según el Ejecutivo, será gestionar la crisis social y laboral que enfrenta la provincia

Carlos Godoy fue ratificado por la Asamblea Nacional para el cargo de director del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu), una de las entidades más maltratadas en las últimas décadas, que demanda con urgencia ser rescatada. Otrora referente de prestigio, cuando estudiantes recibían becas por sus méritos académicos y era fuente de financiamiento para aquellos jóvenes de origen popular para pagar sus estudios, ahora el Ifarhu es sinónimo de clientelismo y corrupción, que ha dejado en segundo plano a quienes realmente lo necesitan. Una involución vergonzosa que encuentra sus responsables en los gobiernos de las últimas tres décadas, que lo utilizaron, en mayor o menor medida, como su botín político. Ahora Godoy, que estuvo ya en el Ifarhu, tiene el deber ante el país de limpiar esta noble institución, para que vuelva a jugar su rol en el fortalecimiento de la educación. Sanear las finanzas, reestructurar los programas de becas y blindar los procesos de la politiquería es parte del trabajo necesario. La ciudadanía ya no espera discursos ni excusas; exige resultados.