‘Las promesas de campaña... Sí las cumplo, no las cumplo'...

El gancho para convencer a los que no dan su voto por ser del partido, amigos o familiares de los candidatos, son las promesas ¡del tipo que sea que les interesen a los votantes! ‘Decir lo que quieren oír', es la consigna. Prometen de todo y muchos caen ante las promesas más inverosímiles ni siquiera viendo un proyecto de plan de Gobierno creíble, solo promesas, posibles, lógicas... o no. El cinismo de muchos ha hecho costumbre —y aceptable— decir que una cosa es el candidato y otra es el funcionario electo, por lo que el cumplimiento de las promesas de campaña tiene un muy bajo porcentaje de confianza en que se cumplirán, ¡pero reciben los votos! en base a ellas y los candidatos siguen prometiendo lo que sea, incluso lo que saben que no harán, pues, pese a los precedentes, los votos les siguen cayendo gracias... a las promesas, incluidas las imposibles de cumplir. ¡Incoherencias! Y, en esa dirección recordamos que una promesa del actual presidente fue la constituyente, muchos le creyeron y, además de querer acabar con el latrocinio existente, le dieron el voto confiando en que esta vez sí sería realidad. Pero no, y hoy hasta se molesta el presidente cuando le tocan el tema. Ojalá las consultas que dijo ahora que inició, a través del viceministro de la Presidencia, cristalicen el sueño. Veremos... ¿?