Un alto al oprobio

H an transcurrido 46 años desde los trágicos suscesos que desencadenaron en la desproporcionada acción violenta del 9 de enero de 1964. Aquellos fueron días en que en más de una oportunidad se puso a prueba la prudencia, paciencia y patriotismo de un grupo de panameños que miraba impávido la cronología de una agresión. De nada sirvieron los arreglos diplomáticos que permitirían que la enseña tricolor panameña ondeara junto a la estadounidense en las instituciones enclavadas en lo que entonces se conocía como la Zona del Canal. Hoy las playas están abarrotadas de gente que, a lo mejor, desconoce que se conmemora. 46 años después consignamos con tristeza que todo ese arrojo del pueblo panameño se diluye en el tiempo y hoy nuestros jóvenes miran en lontananza la lucha por recuperar la hegemonía panameña en todo el territorio nacional y la eliminación de lo que en su momento se conoció como la Quinta Frontera.