• 10/10/2011 02:00

Abandono

Ayer dábamos cuenta del abandono que se vive en Darién donde Senafront es la Ley. Bocas del Toro es otro ejemplo de cómo el abandono de ...

Ayer dábamos cuenta del abandono que se vive en Darién donde Senafront es la Ley. Bocas del Toro es otro ejemplo de cómo el abandono de las autoridades, permite florecer al abuso. La ley del que más influencia o dinero tenga prevalece. Apáticos, como si el país fuese solo la ciudad capital y las cabeceras de provincias, los sucesivos gobiernos abandonan a su suerte a esos otros panameños. Los que bordean las fronteras o habitan las islas, simplemente los ignoran. Esos panameños tienen que pagar hasta cinco veces más por un jabón o un litro de aceite. O, como le pasó a un honesto empresario que construyó un hostal para atender a cientos de turistas que atracan con sus veleros en isla Colón. Le aplastó la ley del más fuerte. Le incendiaron su negocio para hacerlo abandonar su empresa. No es uno, son miles de panameños que viven así; abandonados por las autoridades. Es hora de voltear la mirada y reconocer que ese no es otro Panamá cuyos habitantes son tan importantes como los que viven en las áreas urbanas. Ya basta de la ignominia.

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