• 03/02/2012 01:00

Panamá incivilizada

Según el mayor rigor moral y ético con que se pueda juzgar la conducta de los políticos en general, lo que no le sienta nada bien a los ...

Según el mayor rigor moral y ético con que se pueda juzgar la conducta de los políticos en general, lo que no le sienta nada bien a los electores son las palabras del mandatario panameño al trivializar o burlar cada suceso que conmociona la vida nacional. Más aún cuando estos hechos están casi siempre vinculados a las decisiones que propone su gobierno. Los ánimos exaltados, los puños al aire, las ofensas continuas, las burlas y descalificaciones están a la orden del día. No son ‘chiqui show’, sino síntomas con raíces profundas que tienen al país al borde del desorden social. ¿Acaso el presidente no se ha dado cuenta de que para atender los problemas fue elegido para confiarle las decisiones que promuevan conductas civilizadas? Pero le echa leña al fuego de la confrontación. Lo inimaginable es que muchos comparan este período con la época de Noriega y con el más incivilizado estilo. ¿Era necesario sembrar tanta incertidumbre en el país?

Lo Nuevo
comments powered by Disqus