Indemnización

La Asamblea Nacional deberá llevar este lunes a segundo debate la propuesta de indemnizar con $600 mensuales a las víctimas del dietilenglicol. Pero nunca podrá ser una ley de ‘punto final’. Es la peor tragedia sanitaria ocurrida en Panamá. Fue una sucesiva cadena de errores imperdonables del sector privado y público entre inescrupulosos empresarios nacionales e internacionales, e irresponsables burócratas que se conjugaron para el envenenamiento masivo de miles de humildes panameños. Nuestro compromiso es con ellos, voces que reclaman únicamente justicia. Para algunos llega tarde. El pasado mes de febrero murió Francisco Ávila, el último paciente fallecido por haber ingerido el jarabe envenenado que distribuyó por miles la Caja del Seguro Social (CSS). Ávila murió sin haber sido indemnizado. Las investigaciones no deben cesar. Es una historia llena de claroscuros. Las víctimas merecen una justa y vitalicia indemnización, una atención médica continua y la reparación de la dignidad perdida por la inercia de los burócratas de tantos gobiernos. Esta tragedia nunca debe ser olvidada.