Atención puesta en Brasil

A menos de un mes de las elecciones presidenciales en Brasil, los medios de comunicación cariocas dan información de graves denuncias hechas por un exdirectivo de Petrobras. Paulo Roberto Costa, quien trabajó por treinta y cinco años en la petrolera brasileña y está detenido por investigaciones de lavado de dinero, tan reciente como el viernes pasado, ha declarado que políticos y partidos recibirían el equivalente a tres por ciento de comisión por cada contrato firmado con Petrobras. Los detalles de los supuestos sobornos y sobrecostos que empiezan a aflorar apuntan hacia más de una treintena de diputados y senadores, un gobernador y los partidos políticos que apoyan la reelección de la presidenta Dilma Rousseff. Esto no solo se convierte en un tema que puede dar un giro insospechado a los resultados electorales, sino que subraya la problemática gestión de la principal empresa petrolera del coloso suramericano, que ya estaba siendo cuestionada por sus resultados financieros y, ahora, se suman estas denuncias de un esquema fraudulento de sobornos de profundo calado. Queda mucho por conocer y aclarar, pero, si es el mismo Brasil que encausó y juzgó al expresidente Fernando Collor de Mello en los noventa, debemos esperar resultados de estas denuncias.