Un paro de taxistas, sin sentido

El anunciado paro de labores del transporte colectivo para el miércoles 20 de abril, corrobora una vez más la tesis de quienes sostienen que este servicio necesita un cambio radical y con urgencia notoria. La excusa para promover esta ‘paralización a nivel nacional' es la supuesta competencia que para los taxistas locales supone el servicio Uber, de reciente instalación en nuestro medio, y que a juicio de los trabajadores del volante, representa una competencia desleal, que les resta clientes y socava sus ganancias diarias. Aclaramos que no somos defensores de Uber, pero su entrada en Panamá, solo en la ciudad capital, implica que los taxistas deberían pensar en ser algo más creativos para atraer el cliente popular, que es a quien debe destinarse su servicio y atención primaria. El panameño de a pie, el que usa a diario los taxis, no tiene una tarjeta de crédito; tampoco posee una cantidad de dinero para pagar por un servicio que se dirige a quienes sí cuentan con un poder adquisitivo más allá del común de los ciudadanos. En lugar de amenazar a la ciudadanía con trastocarle la jornada laboral del 20 de abril, los dirigentes del transporte selectivo, sus asesores legales y otros allegados deberían trabajar en una estrategia que les permita tres cosas que realmente necesitan: credibilidad en su servicio, mejoramiento en la atención a sus clientes y lo más importante, estar siempre disponibles para llevar a los usuarios a su destino. Uber no sería competencia para los taxistas capitalinos o del interior del país, si tan solo comprendieran que únicamente les basta ser más eficientes en la prestación de su servicio.