Concesionaria Madden Colón llevó a cabo un simulacro de accidente sobre la autopista como fase final del Curso de Formación de Brigadas de Emergencias,...
Las democracias son tal, porque establece reglas de igualdad. Cuando uno fuerte se enfrenta a uno débil en un pleito, las reglas de la democracia imponen como solución la razón. Así que no importa quién sea más fuerte o débil, es la razón la que impera y es, a través de la justicia, con jueces probos, la que mantiene las reglas de convivencia. Y no es un asunto único de Panamá, sino de los países que decidieron ser democráticos. Lamentablemente, en los últimos años ha ido germinando la cultura del miedo como mecanismo para dominar. Y no es cuestión de este gobierno. Las cosas empezaron con las intervenciones telefónicas de estamentos de seguridad, que luego empezaron a usarlas para el chantaje. Ahora el miedo gana terreno porque si alguien dice o hace algo que no le gusta al gobierno, al político, al empresario, o al que domina, se mueven todos los resortes para desmembrar al osado. Esta cultura del miedo es la que también nos impone ahora Estados Unidos que, cual terrorista, juzga y condena sin permitir alegato o defensa. Pero esto solo ocurre en países débiles o con gobiernos débiles como el nuestro. Ese no es el Panamá por el que lucharon los mártires del 9 de enero o todos los panameños que exigimos respeto y que no se mancille nuestra dignidad. Se están escribiendo nuevas páginas de la historia patria y nuevamente quedará grabado en la posteridad esta nueva gesta de quienes luchamos por nuestros derechos y la defensa de nuestro país. ¡Tenemos que hacernos respetar!