Injustificable

Lo que ha ocurrido con la energía eléctrica que, dos veces seguidas, en menos de una semana, la ciudad capital ha quedado en tinieblas, muestra claramente que lo que hay con el tema energético es una visión de negocio, por encima del bien común. El problema radica en que se toman decisiones basadas en salvaguardar los intereses de amigos o allegados, en lugar del bien del país. Son harto conocidas las relaciones de quienes dirigen los entes públicos sobre la energía eléctrica con los inversionistas de este sector. También ha sido evidente en licitaciones hechas a la medida o la imposición de obstáculos para evitar que el competidor del amigo logre empezar o concluir un proyecto. Lo menos que debe hacer el Gobierno es cambiar a quienes hoy dirigen tanto la Autoridad de los Servicios Públicos como la Empresa de Transmisión Eléctrica. Lo que ha pasado con el suministro de energía eléctrica a la población panameña, donde se ha puesto en riesgo no solo equipos costosos de empresas, sino aparatos domésticos de ricos y pobres, no tiene justificación. Es una ineficiencia comprobada y lo menos que merecemos es un cambio en ambas instituciones. Lo peor es que el problema no ha pasado y los panameños y extranjeros residentes en este país, seguimos a expensas de nuevos apagones, por lo que lo menos que esperamos de ambos funcionarios (de la ASEP y Etesa) es que, si tienen algo de vergüenza, renuncien. ¡Así de simple!