Educación con calidad

Mucho se ha hablado sobre la educación y uno de los aspectos que siempre ha salido a la luz es la cantidad de tiempo que se le dedica a la enseñanza en las escuelas. Lo último que ha imperado es que los estudiantes entran a clases en febrero y salen en diciembre. Son diez meses de clases. Sin embargo, cuando se compara la educación de hoy con la educación de antaño, la de hoy es infinitamente inferior a la del pasado. De hecho, cuando ocurrieron los sucesos del 9 de Enero de 1964, las escuelas seguían en clases, porque para aquella época el calendario escolar se extendía de mayo a enero. Parte de la educación la impartía la familia, con quien los niños compartían muchas experiencias en los casi cuatro meses de vacaciones. Los padres, abuelos, tíos, participaban en la formación de los muchachos. Los instruían en valores, amor a la Patria y los inculcaban sobre oficios necesarios para la vida. Eso sí, las horas de clases en aquella época se extendía desde las 8 a las 3 de la tarde, lo que no ocurre hoy, porque las escuelas públicas empiezan a las 7 de la mañana y la jornada diaria termina a las 12 mediodía. En pocas palabras, la educación de calidad hay que analizarla desde diversos puntos, pero uno de ellos es ver qué hacíamos antes que no hacemos hoy, porque la educación en el pasado era superior a la actual. Mayor apoyo de la familia, más vacaciones, mayor tiempo de clases diario, son tres elementos que sin duda pueden ayudar en la calidad de la educación. ¡No hay que reinventar la rueda!