Hambre y educación

Uno de los graves problemas por el que padece la educación panameña es el tema nutricional. En áreas donde la pobreza es más fuerte, el problema es mayor. Los últimos Gobiernos han hecho muy poco por resolverlo y sus ‘curitas' no son más que negocios hechos a la medida, porque no han funcionado. Se trata de la galleta nutricional y el cuarto de leche que, si bien tiene un alto nivel nutricional, se estrella con una cuestión tan simple que ocurre cada vez que una persona repite la misma comida: ¡se aburre! En Estados Unidos, cada escuela está dotada con comedores escolares, donde las comidas se varían a diario y los estudiantes satisfacen sus requerimientos nutricionales de forma adecuada. Hay que volver a las comedores escolares y en especial en los planteles donde la pobreza es la reina del pueblo. Una escuela con un buen comedor escolar rinde más que el subsidio de la beca universal. Se promueve la asistencia de los estudiantes, porque tienen el incentivo de la comida. La beca universal promueve que sean los padres los que envíen a los niños a la escuela, mientras que los comedores promueven la asistencia de los propios niños. Y es que nadie puede aprender con hambre, porque con la barriga vacía se pierde concentración, destrezas y el interés de aprender. Las autoridades tienen que trabajar muy en serio en el tema educativo, más cuando los trabajos futuros van a cambiar lo que hoy estamos acostumbrados a ver. Urge combatir el hambre en las escuelas.