Competitividad

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha sacado un valiosísimo informe sobre Panamá que debe ser lectura obligada para el gobernante que se haga cargo del país a partir de julio. De los puntos más relevantes destacan que en Panamá no hay competitividad y que existe una desigualdad enorme. Cierto es que abarca muchos otros factores del informe, pero estos dos contrastan con la política de los gremios empresariales que se rasgan las vestiduras haciendo informes sobre la corrupción, la inseguridad, los políticos, etc., pero no miran que uno de los principales frenos son ellos mismos: no quieren competir. Por el otro lado está la enorme desigualdad en el país que muchos alegan que es por las comarcas indígenas, que tienen una brutal pobreza, abulta los resultados y por eso sale el país mal parado. Los técnicos del BID hicieron los cruces y descubrieron que los números siguen igualitos. En pocas palabras, aquí hay un grupo de personas que se come el grueso de la riqueza y encima de eso, utiliza la protección del Estado para no competir. Los ejemplos pueden ser muchos, pero aquí solo se cuestiona a los agricultores que no quieren competir, pero lo cierto es que al empresariado panameño le gusta estar protegido. Así están los oligopolios en la producción energética y los de la industria farmacéutica que esquilman a los panameños. Si hay algo que hacer en este país es promover la competencia y flaco favor le hacen los gremios empresariales protegiendo a esos miembros que quieren seguir lucrando sin competencia. Y la razón es simple: Panamá no puede seguir siendo un país desigual y sin competencia real entre el empresariado.