Urge decidir sobre el agua

El cambio climático ya no es ‘una posibilidad' y empieza a sentirse con fuerza en Panamá, aunque su efecto en el mundo está causando estragos desde hace rato. Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, llegó al extremo de que, en abril del año pasado, no tenía ni una gota de agua para suplir las necesidades de la población. Panamá no está a esos extremos, pero urge tomar decisiones importantes. La mayor población se centra en Colón, Panamá, Arraiján y La Chorrera y todas las personas que habitan esta área dependen de los lagos que sirven también al Canal interoceánico. Es necesario entrar a construir los reservorios necesarios para captar agua suficiente, de manera que se pueda garantizar por varios años agua para el Canal y para el consumo humano. En Azuero, el problema hay que tratarlo por igual. Esa área necesita urgentemente crear un reservorio de agua importante, que permita su uso para consumo humano y para atender las necesidades de los animales. El problema de Panamá es la falta de conciencia de la población, porque, como aquí abunda el agua, no nos duele malgastarla. Países como Israel, donde la falta de agua no se debe a fenómenos como El Niño, sino por la naturaleza del territorio, el uso inteligente del agua es una maravilla. Los cultivos son manejados de una forma extraordinaria y zonas desérticas ahora producen alimentos para la población. Los panameños, ahora con esta amenaza de sequía, debemos aprender de las nuevas técnicas y concienciarnos de que si no cuidamos el agua, pronto la realidad de Ciudad del Cabo será la nuestra.