• 11/08/2019 02:00

El fallo judicial

No debe haber justicia selectiva ni mucho menos que los fiscales o jueces respondan a intereses que es justo lo que pasa hoy 

Calificar la justicia de buena o mala por el fallo en el caso seguido al expresidente Ricardo Martinelli, es lo más risible de las últimas horas. La justicia está torcida desde hace muchos años y eso nos lo recuerdan los organismos internacionales. La corrupción en Panamá figura en uno de los primeros lugares en los índices de Transparencia Internacional y eso es producto de una justicia paupérrima que tenemos. Y no se trata únicamente del Judicial, sino también del Ministerio Público. ¿Cómo salir de esta vorágine de corrupción? Todo pasa por un liderazgo fuerte y comprometido con la transparencia, donde se purgue todo el sistema y se nombre, en los estamentos del sistema judicial, gente con alto sentido de responsabilidad, amor por la Patria y con valores. Y es que la sociedad está huérfana de valores morales y mientras ello prevalezca, el país se mantendrá en el abismo y con los mismos índices altos de corrupción. No debe haber justicia selectiva ni mucho menos que los fiscales o jueces respondan a intereses que es justo lo que pasa hoy. Los grupos económicos en pugna no solo se entronizaron en el poder político, sino que penetraron los estamentos judiciales para sus intereses. Hay que sacar las garras de esos poderes económicos tanto de la política como de la justicia y Panamá, poco a poco, va liberándose de esta mafia que nos ahoga. Quienes se rasgan las vestiduras y se pronuncian avergonzados por el fallo en el caso Martinelli, también deben hacerlo contra la procuraduría paralela, entonces sí luchamos por una verdadera justicia. ¡Ni más ni menos!

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