Reformas y Constituyente

Siempre hemos planteado la necesidad de cambiar integralmente nuestra Carta Magna, que cambiemos el sistema político presidencialista por uno parlamentario y que Panamá cuente con dos cámaras. Hemos sostenido que a falta de un liderazgo individual, trabajemos con un liderazgo colectivo que lleve adelante estos cambios. Así fue como la Concertación Nacional asumió el papel de reformar la Constitución. Consensuadas estas, se las pasó al Ejecutivo que, íntegramente las pasó al Legislativo. Estas reformas debieran ser cuestión de trámite; es decir, que cinco artículos son los que realmente necesitamos para lograr avances significativos como país. Que después, con calma, se llame a una Asamblea Constituyente para hacer una nueva Carta Magna. Los cinco artículos que siempre hemos respaldado son: Segunda vuelta electoral; diputados provinciales y nacionales; magistrados y diputados investigados por el Ministerio Público; magistrados mayores de 50 años y con un período en el cargo de hasta 25 años y, solo una reelección para diputados. La Concertación agregó otro poco de reformas y el Legislativo está diseccionando la Constitución. Creemos que ha llegado la hora, presidente Cortizo, de su segunda promesa: ¡Si lo que sale de los diputados no convence, llamaría a una Constituyente! Pues, tendrá que llamarla, porque lo que está saliendo de la Asamblea es peor que lo que tenemos. ¡Así de simple!