Mover la economía

Ya es conocido que la economía fue muy afectada por malas decisiones en el pasado y que, para enderezarla, los panameños debían amarrarse los pantalones. El Gobierno recortó el presupuesto e hizo ajustes y la sociedad lo resintió, confiando en las decisiones que se tomaban. Sin embargo, han pasado 120 días y el peso por la falta de circulante en la calle se siente. Desde el tiendero, hasta el encumbrado inversionista inmobiliario; desde el raspadero hasta el constructor. Quizás parte del descontento social que se ha manifestado en las calles y en las redes desde hace unas semanas, tiene que ver con esta impotencia y pesimismo que pulula en el ambiente. Urge que el Gobierno dé un toque de timón y empiece a mover la economía. Un país puede mantenerse tranquilo y calmado mientras tenga qué comer, pero no se puede pedirle lo mismo cuando está hambriento. Y esa hambre por la situación económica se refleja en los taxis, en los almacenes, en cualquier comercio del país. Lo importante es que el Gobierno busque a sus mejores cuadros y analice fríamente la situación y eche a andar alternativas que monetaricen la economía y tiren circulante a la calle. El problema es serio y la desesperanza se refleja en los barrios pobres y ricos, porque nadie quiere que la calma y la paciencia se agoten porque no se supo mover la economía.