Un aplauso de pie

En estos tiempos de pandemia hay personas que arriesgan sus vidas por salvar a los demás. Otros que alimentan a toda la población y otros se enclaustran buscando las curas… Se trata de los médicos, enfermeras y auxiliares, que son los más expuestos por su cercanía con las personas enfermas y que se alejan de sus familias para ayudar al prójimo. Son seres humanos que dejan a un lado lo más preciado y al mismo tiempo trabajan con el mayor riesgo. Son nuestros héroes y a quienes debemos literalmente la vida, porque no se trata solo de que ayudan al que está afectado, sino que evitan que los sanos se infecten. Pero también están los miembros de la seguridad, hombres y mujeres, que mantienen el desorden a raya y protegen los bienes públicos y privados del hampa que para estos tiempos se aprovechan de la vulnerabilidad social. Los científicos que buscan las curas, descifran genomas y trabajan a contrarreloj para resolver el problema. Están expuestos, porque trabajan directamente con el enemigo, el virus, descifrando cómo se le puede vencer y mientras lo hacen, están expuestos a que el virus los contagie. ¡Y qué decir de los agricultores! No pueden parar, porque su misión es suplir de alimentos a la sociedad, alimentos que cada día se hacen más escasos y tenerlos es esencial. A todos ellos, hay que darles un aplauso de pie y reconocer su gran trabajo al servicio de todo el país. Un aplauso sonoro y nuestro agradecimiento eterno.